Se ven desde el espacio. Se observan manchas sobre el verde de la Tierra. Nuestro hogar es el Planeta Azul, pero cada vez es más gris. Han aparecido recientemente, hace menos de cien años, pero ya cubren importantes zonas del mundo. En estas manchas viven decenas de millones de personas, que se mueven en decenas de millones de coches, compran decenas de millones de cosas y emiten decenas de millones de toneladas de basura. Son las megalópolis, las realidades urbanas más grandes y compactas que existen. Se extienden en vertical con rascacielos y en horizontal con barriadas infinitas. En ellas conviven ricos y pobres, industrias pesadas y tecnológicas, aeropuertos nacionales e internacionales, festivales de música y favelas. Son megalópolis, y como su nombre indica tienen un tamaño desmesurado, exagerado. Su poder económico es mayor que el de países enteros, y su gobierno es complicado y tan caótico como su tráfico. En este artículo vamos a conocer algunas de estas ciudades del futuro.
Introducción: distintas realidades urbanas
Nunca es fácil establecer definiciones para aquellas realidades en constante cambio. Es el caso de las realidades urbanas, en una época de la Historia de la Humanidad en la que además vivimos una explosión demográfica que se traduce en una bomba de urbanización constante. El desarrollo urbano es acelerado y exponencial, especialmente en las regiones del mundo que más crecen económicamente. Los países emergentes son los señalados en este caso, encontrando algunas de las más grandes ciudades en la India, China, Sudeste Asiático, Nigeria, Egipto, Brasil o México. En las potencias tradicionales también encontramos enormes ciudades, especialmente en las costas estadounidenses, en el corazón de Europa y en Japón.
Pero, ¿qué es una ciudad? A primera vista parece complicado establecer alguna relación entre Burgos y Shanghai. ¿Están estas dos realidades urbanas definidas por el mismo concepto? Todo el mundo aceptaría que tanto Burgos como Shanghai son, efectivamente, ciudades. ¡Pero son tan diferentes! ¡No tiene nada que ver Burgos con Shanghai! Es por eso que los geógrafos urbanos tienen un vocabulario más amplio para referirse a las ciudades realidades urbanas.
Es mucho mejor superar el término ciudad y hablar de distintas realidades urbanas: ciudad global, megaciudad, ciudad, área metropolitana, conurbación, megalópolis… desde VENTURA proponemos el siguiente esquema y definiciones para distinguir y clarificar todos estos conceptos:
Podemos diferenciar entre realidades sencillas y realidades complejas. Las realidades sencillas vienen determinadas por la importancia de la ciudad, y diferenciamos entre ciudad (espacio urbano básico y que puede tener o no importancia en su región), ciudad grande (más de 500.000 habitantes e importancia en su región), ciudad global (importancia a nivel internacional y -normalmente- varios millones de habitantes) y megaciudad (una ciudad de más de diez millones de habitantes que no necesariamente tiene que ser una ciudad global).
Por su parte, las realidades urbanas complejas se definen en función del tipo de relación entre las realidades sencillas que contienen en su interior. Un ejemplo es el área metropolitana, que presenta una ciudad grande rodeada de otras ciudades de menor tamaño. En el área metropolitana las relaciones entre estas ciudades satélite y el centro urbano son económicas: los puestos de trabajo se encuentran en la ciudad grande, y los dormitorios para pasar la noche en las ciudades del área metropolitana. En los datos demográficos, la población de un área metropolitana es igual a la suma de las poblaciones de cada una de las ciudades que se integran en la red de influencia de la ciudad central. Encontramos ejemplos en prácticamente todos los países del mundo. Por su parte una conurbación requiere de un hecho físico: que haya contacto entre realidades urbanas que inicialmente eran independientes (sencillas). Una conurbación surge pues cuando una ciudad (de cualquier tamaño) crece tanto que se fusiona con otra. Se forma entonces un continuo urbano en el que, aunque espacialmente se observa una sola mancha gris, una sola realidad urbana, en realidad ésta es compleja: está formada por varios municipios (cada uno con sus órganos de gobierno, su historia y su especialización económica). Una conurbación puede atravesar las fronteras regionales o nacionales. Es normal confundir este término con el de megalópolis.
La megalópolis es una realidad urbana de grandes dimensiones, una realidad urbana compleja que puede estar formada por varias ciudades, áreas metropolitanas y/o conurbaciones. Si en una conurbación todas las realidades urbanas están pegadas físicamente, en el interior de una megalópolis no toda la superficie es urbana. En realidad una megalópolis es el resultado de la entrada en contacto de zonas de influencia de distintas áreas metropolitanas o megaciudades. Es decir en una megaciudad no tienen que estar necesariamente fusionadas dos realidades urbanas, simplemente se observa si sus zonas de influencia están en contacto. Esto lleva a una especial dificultad de identificación y definición.
La duda sobre qué es una megalópolis y qué una marco-región urbana o un corredor urbano discontinuo puede resolverse de manera clara con las llamadas «bananas» europeas. En Europa varios analistas han detectado corredores urbanos bien definidos a los que han bautizado con curiosos nombres: la Banana Azul va desde Liverpool y Manchester hasta Turín y Milán, la Banana Dorada recorre el litoral mediterráneo español, francés e italiano hasta Génova, y la Banana Verde, desde Gdansk hasta Trieste, pasando por toda Polonia y el centro de Europa. Estas bananas son «corredores urbanos discontinuos» formados por áreas metropolitanas, megaciudades, conurbaciones o incluso a veces por más de una megalópolis.
Las megalópolis: definición y características
Como hemos dicho, una megalópolis aparece en esas zonas del mundo donde las zonas de influencia de distintas áreas metropolitanas entran en contacto. No es necesario que el 100% del territorio sea urbano (pueden existir ciertas zonas naturales o rurales en forma de montañas o zonas de cultivo). Ejemplos tenemos varios y los repasamos a continuación, pero suele ser muy útil el de la costa Noreste estadounidense: todos sabemos que Boston y Washington no forman una conurbación (no están fusionadas completamente, no están pegadas), pero sí es evidente que sus zonas de influencia están de alguna manera conectadas. Esto ocurre porque ambas áreas metropolitanas (la de Boston y la de Washington) forman parte de una misma megalópolis. Esta enorme megalópolis pone en contacto las zonas de influencia de Boston con la de Nueva York, Filadelfia y Washington, entre otras. Ocupan un mismo espacio económico, y si bien no están pegada físicamente, sí están unidas dimensiones como la social o la financiera.
Por esta unión tan virtual es difícil definir qué es una megalópolis. Hay ocasiones en las que es bien claro, pero otras no tanto. Además, una vez identificada la megalópolis, es complicado tratar de ignorar que en su interior conviven realidades urbanas distintas, que están bajo el mismo paraguas pero que no dejan de ser ciudades -en principio- independientes. También es dificultoso calcular el número de habitantes que se agrupan dentro de una misma megalópolis, porque además de las ciudades grandes o las megaciudades que pueden incluirse, hay decenas de ciudades de tamaño normal, pueblos y aldeas que también se ven integrados. Las megalópolis tienen siempre poblaciones comparables a las de países enteros, y muchas veces también tanto poder (o más) que algunas naciones del mundo.
Algunos de los problemas que surgen en espacios urbanos de este tipo están relacionados evidentemente con la superpoblación, que acarrea problemas sociales como la segregación socioespacial y la dificultad por parte de las instituciones de atender de manera igual a todos los habitantes, problemas ambientales como la contaminación o problemas económicos como el desempleo y la pobreza. También hay importantes problemas de tráfico y de gobernanza.
A continuación hacemos un repaso de las principales megalópolis que existen a día de hoy en nuestro planeta y que se encuentran en continuo crecimiento. Para leer sobre las realidades sociales en el interior de algunas megaciudades (megaciudades, no megalópolis) se pueden consultar artículos de VENTURA sobre Ciudad de México, Bombay, Chicago o Río de Janeiro.
Japón, una isla manchada de gris
Una de las megalópolis más evidentes que encontramos es la formada por la convergencia de las zonas de influencia del Gran Tokio y las áreas metropolitanas de Yokohama y Saitama. Extiende su red de brazos urbanos hacia el norte sorteando las barreras naturales y se adentra en el interior de Honsu englobando a más de 40 millones de habitantes. Es un ejemplo de debate sobre si se trata de una conurbación (desde el espacio se ve un continuo urbano) o una megalópolis.
Hemos identificado otra megalópolis que une las zonas de influencia de Osaka (con un área metropolitana de 19 millones de habitantes) y Nagoya (9 millones). Hay una cadena montañosa entre ambas áreas metropolitanas, pero podemos entender que existe una megalópolis en esta zona de Honsu.
Algunos autores hablan de una sola megalópolis en todo Japón, que contendría el 80% de la población del país, y que recorrería más de 1.000 kilómetros desde el Gran Tokio hasta Osaka. En el mapa se observa que esta posibilidad está cerca de conseguirse, aunque todavía se aprecia un espacio rural de grandes dimensiones entre Osaka-Nagoya y Tokio-Saitama, y la proyección demográfica para Japón no es halagüeña.
BosWash, una megaciudad en la Costa Este
En el caso de Estados Unidos, nos fijamos en el dato que da el sistema CSA (Combined Statistical Area), que indica todas aquellas ciudades (de cualquier tamaño) que están conectadas social y económicamente. Es una estadística más completa y compleja que la proporcionada por el área metropolitana o por la conurbación. La CSA de Nueva York incluye Newark, y suma unos 23 millones de habitantes. Boston, que únicamente tiene una población metropolitana de 4.6 millones, aumenta hasta los 8 millones en su CSA. Los mismos cambios sufren otras ciudades de BosWash como Filadelfia o Washington.
BosWash es el corredor urbano más poblado de Norteamérica, con unos 52 millones de habitantes. El popular término fue acuñado por Jean Gottmann en 1961, en su trabajo Megalopolis: The Urbanized Northeastern Seaboard of the United States. Gottmann es uno de los autores que más se cita cuando se habla de megalópolis.
Como hemos explicado en la introducción, aunque las áreas metropolitanas de Boston y Washington no estén en contacto directo y estén separadas por 700 kilómetros, sí existe una conexión en términos económicos, sociales y también urbanos, pues una extensa red de ciudades, de ciudades grandes y de áreas metropolitanas (y hasta una megaciudad como Nueva York), las consigue unir en un enorme corredor urbano continuo.
Evidentemente no es un corredor urbano continuo al 100%, porque entonces hablaríamos de una conurbación, pero sí es cierto que esta esquina del continente norteamericano presenta un especial color gris, denotando la predominancia de realidades urbanas, que se han hecho con el control y han borrado el verde de los bosques donde vivían Pocahontas y sus amigos. Una historia sobre esta región se puede leer en el siguiente artículo.
Explosión demográfica en el Golfo de Guinea
Una de las megalópolis que más rápidamente están expandiéndose se encuentra en la costa del Golfo de Guinea, y crece al ritmo de la producción de barriles de petróleo. La megalópolis Kumasi-Accra-Lomé-Lagos-Ibadán tiene más de 35 millones de habitantes en la actualidad, siendo Lagos el principal espacio urbano. Esta megaciudad de 21 millones de habitantes tenía apenas 200.000 en 1950, y se espera que tenga alrededor de 35 millones en 2030. Sin duda este rincón del mundo está siendo muy vigilado por analistas y geógrafos, que se preguntan cuántas personas podrán habitar esta megalópolis.
El caso de la costa de Guinea es importante porque podemos estar ante una de las megalópolis más inestables y peligrosas del mundo. Peligrosas para la propia vida humana. El bajo desarrollo socioeconómico y la explosión demográfica se combinan fatalmente para crear un hábitat contaminado, descontrolado y congestionado. Las propias ciudades y las autoridades no son capaces de absorber tanta población, que más que vivir, sobrevive hacinada en la pobreza. Un peligro de difícil solución en el caso de Nigeria o Ghana, donde pese a tener recursos es demasiado el daño de la corrupción.
El Delta del Río Yangtze
Shanghai es una megaciudad y, también, una ciudad global. Esto significa que es a la vez enorme en tamaño (34 millones en su área metropolitana) y en importancia (es un centro financiero global). No es de extrañar pues que tenga una gran influencia en su región. Situada en la costa del Mar de la China Oriental, Shanghai está rodeada de muchos núcleos de población importantes: decenas de ciudades grandes y varias megaciudades como Suzhou (10 millones de habitantes), Hangzhou (21 millones), Ningbo (8 millones), Hefei (8 millones) o Nankín (11 millones).
La región del Delta del Río Yangtze es una megalópolis de población variable en función de qué núcleos se engloben. Todos los análisis sitúan la cifra entre 80 y 110 millones de habitantes. La población puramente urbana se acerca a los 83 millones, el resto sería población rural. Aun así, todos los estándares cambian para China. Lo que en el resto del mundo es una ciudad grande (de 500.000 habitantes), en China es una ciudad pequeña. En ningún país encontramos tantas megaciudades como en China, y esta proliferación resta importancia relativa. Un ejemplo: si Hefei, con 8 millones de habitantes, estuviera en Europa, sería una de las tres ciudades más grandes del continente. En China ocupa el número 35. Hay 34 ciudades más pobladas que Hefei, lo que la convierte en una ciudad más del país. En cualquier otro país del mundo sería una de las cinco ciudades más grandes. La demografía de China tendría que ser medida con otros parámetros.
El corazón de Europa
En este caso estaríamos hablando de una sección del corredor urbano discontinuo llamado ‘Banana Azul’, en concreto de la sección superior, que va desde Londres hasta Nuremberg y engloba varias conurbaciones, como el Randstad (conurbación formada por Amsterdam, La Haya, Utrecht y Rotterdam) o el Rin-Ruhr (que contiene algunas de las ciudades más grandes de Alemania.
Hemos destacado zonas de distinta densidad urbana dentro de la megalópolis que se expande alrededor del Benelux. La zona central tiene tres sub-zonas (Randstad, Rin-Ruhr y zona de Bruselas) y suma 28 millones de habitantes; la zona exterior tiene otras tres sub-zonas (Gran Londres, Gran París y triángulo de Frankfurt-Nuremberg-Stuttgart) y engloba a 45 millones de personas; y finalmente el espacio interior, menos poblado y más extenso, con una sub-zona sur (alrededor de Luxemburgo) y otra sub-zona norte (alrededor de Hannover).
En total unos 80 millones de habitantes concentrados en el corazón político y económico de Europa. Esta megalópolis tiene algunas de las ciudades más pobladas del mundo (París, Londres), importantes centros industriales (Stuttgart, Dortmund), además de puertos (Rotterdam) y ciudades globales (Bruselas, Estrasburgo). Una región urbana que, además de densamente poblada, tiene un alto nivel de desarrollo. ¿El lugar perfecto para conseguir fusionar superpoblación con calidad de vida?
Ventura Highway
La genial canción del grupo de folk rock America no sólo es la música de cabecera de nuestra web, sino que además podría ser una perfecta banda sonora para recorrer la siguiente megalópolis. Desde el municipio de Ventura, de más de 100.000 habitantes, hasta la frontera con México, la autopista costera californiana nos hace atravesar una de las zonas más urbanizadas del planeta. Malibú, Los Ángeles, San Bernardino, San Diego… incluso Tijuana se adhiere a esta región urbana de casi 30 millones de habitantes.
Este es el único caso en el que las cifras no son extremadamente enormes. En realidad la megalópolis de Los Ángeles-San Diego-Tijuana tiene una población parecida a la del área metropolitana de Shanghai. Aun así, es una región urbana de gran importancia global. Centro tecnológico y de la industria del entretenimiento, Los Ángeles lidera una de las zonas urbanas mas vibrantes del planeta. Esta megalópolis supera la frontera de Estados Unidos y México. Al parecer no hay muro que detenga la urbanización del planeta.
Jing-Jin-Ji, ¿la ciudad más grande?
Al norte del Delta del Yangtze observan con envidia el poder económico del puerto de Shanghai. Pekín está allí arriba, en una esquina del país, y se ve superada por otras zonas económicas de China. Es por ello que el Gobierno quiere relanzar la zona de Bohai con un ambicioso plan. La región económica de Bohai es ya uno de los centros económicos de Asia y del mundo, incluyendo megaciudades como Tianjin o Pekín. Tiene unos 90 millones de habitantes, y es prácticamente un continuo urbano infinito a lo largo de la provincia de Hebei.
Lo que se pretende es hacer efectiva una única urbe que englobe a las decenas de ciudades que se agolpan en esta región de 100.000 kilómetros cuadrados. El nombre de esta macro-región urbana sería Jing-Jin-Ji, un acrónimo que une los nombres de Pekín/Beijing (Jing), Tianjin (Jin) y Hebei (Ji, por su denominación tradicional). El presidente chino hizo en anuncio en el año 2015, y desde entonces ya se están repartiendo las instituciones públicas entre las distintas urbes de Jing-Jin-Ji. La cosa va en serio: será la ciudad más grande del mundo en un futuro más bien cercano.
Jing-Jin-Ji será la mayor megaciudad del mundo. Hasta ahora sólo podemos hablar de una enorme megalópolis, porque todavía es una aglomeración de áreas metropolitanas. Pero cuando éstas se fusionen institucional y físicamente, ya se podrá hablar de una sola ciudad. Y entonces Jing-Jin-Ji será la única ciudad del mundo que tenga cuatro aeropuertos internacionales, cinco aeropuertos nacionales, siete líneas de tren de alta velocidad, tres sistemas de metro… y 130 millones de habitantes. El gobierno de Jing-Jin-Ji se repartirá entre Pekín (que verá limitado su número máximo de habitantes a 23 millones), Tiajin (que ya supera los 14 millones) y Shijiazhuang (más de 10 millones de habitantes). Jing-Jin-Ji será como seis veces Nueva York, y sin duda tendrá que hacer frente a importantes retos relacionados con la contaminación.
Región Sudeste de Brasil
La megalópolis de Río-Sao Paulo surge de la fusión del Complexo Metropolitano Expandido y de la Região Metropolitana do Rio de Janeiro. En este caso se observa muy bien la jerarquía de denominaciones, ya que dentro de estas dos regiones metropolitanas encontramos distintas áreas metropolitanas, que a su vez integran varias ciudades y municipios. Por ejemplo, dentro del Complexo Metropolitano Expandido están el área metropolitana de Campinas (3 millones de habitantes) o el área metropolitana de Sao Paulo (21 millones). Dentro del área metropolitana de Sao Paulo encontramos ciudades como Guarulhos (1.3 millones hab.), Sao Bernardo (800.000 hab.) o Sao Paulo (12 millones).
El Complexo Metropolitano Expandido es la región metropolitana más poblada de Sudamérica con 33 millones de habitantes. El continuo urbano en esta esquina del Sudeste brasileño hace que esta región metropolitana superpoblada se esté uniendo con otra macro-región urbana: la de Rio de Janeiro. La Região Metropolitana do Rio de Janeiro tiene una población de más de 12 millones de habitantes, con ciudades como Sao Gonçalo (1 millón), Nova Iguaçu (800.000 hab.) o la propia Rio de Janeiro (6.5 millones). La suma del Complexo Metropolitano Expandido y de la Região Metropolitana do Rio de Janeiro da resultado una enorme bolsa de población reunida en apenas 80.000 kilómetros cuadrados. Esto supone que 43 millones de personas se concentren en el 0,97% del territorio total de Brasil.
El Delta del Nilo
El 80% de la población de Egipto se encuentra dentro del triángulo formado por Alejandría-El Cairo-Port Said. Este triángulo no es otra cosa que el Delta del Río Nilo, una fértil llanura de color verde que está cubierta de puntos grises. Cientos de ciudades se agrupan en este espacio, el más poblado de África.
La puerta al Delta del Nilo es El Cairo, una megaciudad de más de 20 millones de habitantes. Fundada en el año 116 a.C. por los romanos, Al-Qahira ha crecido de manera exponencial desde 1950. Es la ciudad más grande de África, aunque seguramente pierda ese puesto en pocos años por el crecimiento de Lagos. Aunque incluso sin contar con El Cairo, el Delta del Nilo tiene otros 40 millones de habitantes (casi la mitad de la población total de Egipto), gracias a áreas metropolitanas como la de Alejandría, de 5.2 millones de habitantes, o Banha (2.5 millones) y a ciudades grandes como Tanta, El Mahalla o Port Said, todas ellas de más de 500.000 habitantes. El evidente uso agrícola de estas tierras es la explicación de esta explosión demográfica. El resto del país es desértico climática y demográficamente.
Los Grandes Lagos
Coincidiendo con el Rust Belt, el «Cinturón de Óxido» americano, una gran megalópolis se está formando en la región de los Grandes Lagos de Norteamérica. Con el poder demográfico de Chicago (10 millones de habitantes), la red urbana se teje entre otras grandes ciudades como Milwaukee (2 millones), Indianápolis (2.3 millones), Cincinnati (2.1 millones), Columbus (2.4 millones), Cleveland (3.5 millones) o Detroit (5.3 millones). También puede extenderse hasta Sant Louis hacia el Oeste y hasta Pittsburgh en el Este. Esta megalópolis traspasa la frontera canadiense y engloba también a Toronto, cuya área metropolitana suma otros seis millones de habitantes.
El que una vez fue el corazón industrial del país es ahora el paradigma de los efectos negativos de la globalización económica. Palabras como deslocalización o desindustrialización son bien comprendidas por los habitantes de Estados como Ohio, Michigan, Wisconsin, Indiana o Pensilvania. En ciudades como Detroit o Flint hace tiempo que dejaron de creer en el sistema económico que les dejó en paro y se llevó las fábricas a China. Es por eso que en esta región urbana consiguió la presidencia Donald Trump. En un interesante artículo de esta web reflexionamos sobre la sociología detrás de su elección, muy relacionada con el carácter urbano e industrial de la zona. También dedicamos otro artículo a explicar el proceso de deslocalización.
El Delta del Río Perla
El país de las megalópolis es China. Si ya hemos hablado de las regiones urbanas del Delta del Yangtze y de la zona económica de Bohai, todavía nos queda la mayor de todas. A día de hoy la megalópolis alrededor de Shanghai tiene 83 millones de habitantes, y la de Pekín-Tianjin unos 90 millones. Aunque ya hemos hablado del proyecto de Jing-Jin-Ji, todavía no es una realidad. Lo que sí es ya una realidad sobre la faz de la Tierra es la megalópolis más grande del planeta, una enorme mancha gris que une a dos de las áreas metropolitanas más pobladas del mundo: Shenzhen (23 millones de habitantes) y Guangzhou (25 millones).
La megalópolis del Delta del Río Perla es un verdadero continuo urbano visible desde el espacio. Una gran extensión de hormigón que no sólo fusiona Guangzhou (Cantón) con Shenzhen, sino que además engloba algunas de las ciudades más pobladas de Asia, como Foshan (7.2 millones), Hong-Kong (7.4 millones), Dongguan (8.2 millones) o Huizhou (4.5 millones), y también a la urbe más densamente poblada del planeta: Macao (700.000 habitantes en 30 kilómetros cuadrados). Cifras que marean y marcan récords, todas ellas en la misma megalópolis.
El Delta del Río Perla es, junto con el Delta del Río Yangtze, el motor de la economía china. Shenzhen es la capital tecnológica del país, Guangzhou la conurbación más poblada, Macao la capital del juego y las apuestas, Hong-Kong uno de los puertos más importantes… y a todo eso hay que sumarle el poder de la millonaria mano de obra que aportan Dongguan, Huizhou, Huiyang, Foshan, Zhaoqing… etc.
Al igual que ocurre en la megalópolis de Pekín-Tianjin, el Gobierno de China pretende fusionar todas las ciudades del Delta del Río Perla en una sola, para conformar otra super-ciudad que supere los 100 millones de habitantes.
Otras megalópolis
En la actualidad no hay acuerdo para determinar un número concreto de megalópolis. No hay datos de cuántas megalópolis existen en el mundo, fruto de la dificultad de definición de la propia realidad que supone un elemento urbano de este tipo. Se sabe lo que es una ciudad global, lo que es un área metropolitana, cuáles son las ciudades más pobladas, dónde acaban los límites de todas las ciudades… pero no se ha encontrado todavía consenso en el tema de las megalópolis. Sin duda pronto habrá que encontrarlo y abordar su estudio, porque en el futuro una gran parte de la humanidad habitará en megalópolis.
Además de las mencionadas en el artículo, otras zonas del mundo donde entran en contacto las zonas de influencia de grandes áreas metropolitanas son:
- Megalópolis de Ciudad de México (30 millones de habitantes)
- Puebla + Toluca + Ciudad de México
- MegaManila (40 millones de habitantes)
- Baguio + Manila + Calamba + Batangas
- Megalópolis de Florida (18 millones de habitantes)
- Miami + Orlando + Tampa + Jacksonville
- Triángulo de Texas (20 millones de habitantes)
- Austin + Dallas + San Antonio + Houston
- Megalópolis de Seúl (25 millones de habitantes)
- Incheon + Seúl
- Megalópolis de Bombay (40 millones de habitantes)
- Pune + Badlapur + Bombay + Aurangabad
Además también podríamos mencionar el caso de la isla de Java, en la que 140 millones de personas se agrupan entre Jakarta, Bandung, Surabaya, Semarang y otras ciudades. Es uno de los focos de atención para los demógrafos y geógrafos. ¿Cuánta gente cabe en esta pequeña isla, que ya es la más densamente poblada del mundo?
El mundo se enfrenta a un importante reto. Las zonas habitables del planeta están ya más que identificadas y colonizadas. El crecimiento de la población es imparable y la única solución que parecemos haber encontrado es concentrarnos en pocos kilómetros cuadrados, conformando estos espacios urbanos que son las megalópolis. Sin duda hay un máximo de población que una sola polis puede admitir. La superpoblación acarrea ingobernabilidad, marginalidad, contaminación, desigualdad y pobreza. ¿Puede una ciudad tener más de cien millones de habitantes? ¿puede a caso tener 300 millones de vecinos? Los problemas imaginables son infinitos, y van desde la seguridad hasta el tráfico. ¿Sabremos organizarnos espacialmente? ¿seremos capaces de crear espacios urbanos efectivamente habitables y superar los peligros de la aglomeración? ¿es el planeta capaz de resistir una expansión más horizontal de nuestras ciudades? ¿el futuro está en la urbanización vertical? Las preguntas que plantean los retos urbanos son tan interesantes como inciertas. Lo único cierto es que ese futuro gris, humeante y lleno de hormigón no está lejos: se está construyendo con rapidez.