Migraciones y geografía económica

El Informe de Desarrollo Humano de 2009, elaborado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), se enfoca en el estudio de los movimientos migratorios. El Informe lleva por título «Superando barreras: movilidad y desarrollo humanos». Desde el PNUD justifican la preocupación por las migraciones de la siguiente manera:

La migración generalmente no tiene muy buena acogida por parte de la prensa. Los estereotipos negativos que muestran a los migrantes como personas que “nos quitan el empleo” y “viven a costa de nuestros impuestos” abundan en los medios de comunicación y en la opinión pública, especialmente en épocas de recesión. Para otros, la palabra “migrantes” puede evocar imágenes de personas en una situación de máxima vulnerabilidad.

El Informe sobre Desarrollo Humano de este año, Superando barreras: movilidad y desarrollo humanos, pone en tela de juicio tales estereotipos y busca ampliar y equilibrar las percepciones sobre la migración con el fin de reflejar una realidad bastante más compleja y altamente variable.

Movimientos migratorios: ¿Dónde?

Según el Informe sobre Desarrollo Humano 2009 existirían unos mil millones de migrantes. De ellos, la abrumadora mayoría serían migrantes internos y solo menos de una cuarta parte se habría desplazado fuera de las fronteras de su respectivo país. El número de personas que se desplazan internamente es seis veces mayor que quienes emigran a otro país. Hay alrededor de 740 millones de migrantes internos en el mundo. Por otro lado, los migrantes internacionales ascienden a 215 millones.

Aunque pueda parecer sorprendente, los flujos mayoritarios de desplazamientos internacionales son los que se dan entre países de niveles semejantes de desarrollo. Un flujo minoritario está formado por aquellas personas que se desplazan desde países menos desarrollados a países ricos o más desarrollados. La migración Sur-Norte no predomina en los movimientos globales, y supone el 37% de la migración mundial. Alrededor del 60% de los migrantes se traslada entre países en desarrollo o entre países desarrollados. El 3% restante se mueve desde países desarrollados a países en desarrollo.

En el Informe sobre Desarrollo Humano 2009 se explica que:

Un motivo evidente que explica por qué no hay más traslados de los países en desarrollo a los desarrollados es su elevado costo, pues atravezar distancias largas es más caro que hacer viajes cortos. En los desplazamientos internacionales, no sólo el transporte genera gastos, sino también las políticas que restringen el movimiento a través de las fronteras. Estas restricciones sólo pueden superarlas quienes tienen suficientes recursos o habilidades apetecidas en el país anfitrión o bien están dispuestos a correr grandes riesgos. Casi la mitad de todos los migrantes internacionales se desplaza al interior de su región de origen y un 40% lo hace a un país vecino. No obstante, la proximidad entre países de origen y de destino no es sólo geográfica: casi seis de cada 10 migrantes se van a un país donde la principal religión es la misma que en su país de origen y cuatro de cada 10, a un país con el mismo idioma.

Como vemos en el siguiente mapa la mayor parte del movimiento de personas se da en el interior de las regiones. Son más los chinos que se mueven dentro de China que los que emigran al Sudeste Asiático, Europa o Norteamérica. De la misma manera, los subsaharianos se movilizan mayoritariamente en sus regiones, aunque desde Occidente se perciba de vez en cuando una llegada masiva de estos inmigrantes.

Movimientos migratorios: ¿Por qué?

Históricamente encontramos varios motivos por los que las personas han migrado. En la Prehistoria el ser humano era nómada y se movía en busca de alimentos para su supervivencia. Durante siglos de Nuestra Era uno de los motivos para migrar fueron las guerras y la religión. Hoy en día, la mayor parte de las personas que emigran de sus países de origen lo hacen para escapar de la pobreza o en busca de mejores condiciones de vida.

Los porqués han cambiado en general, ya que en épocas pasadas de la historia los movimientos migratorios eran siempre forzados (guerras, epidemias, desastres naturales, religión…). Actualmente las personas se pueden mover por voluntad propia, aunque no siempre ocurre así. La necesidad de trabajo o las situaciones bélicas siguen empujando a la gente a marcharse de sus países.

Una de las razones que explican el movimiento de personas de unos lugares a otros es que la distribución de las oportunidades en el mundo es extremadamente desigual, a cualquier escala (nacional, regional, global…). No se encuentran las mismas posibilidades (calidad de vida, trabajo bien remunerado, servicios…) en todos los sitios.

Este tipo de migraciones, motivadas por la búsqueda de mejores condiciones de vida, la contemplados en la actualidad casi a diario. NOTICIA: Alemania registra un récord de inmigración desde el sur de Europa (Reuters). No sólo es una inmigración desde zonas subdesarrolladas como la que realizan millones de subsaharianos hacia Europa. Con la crisis económica que sufre Occidente, algunos países desarrollados (España, Portugal, Grecia, Italia…) ven cómo sus habitantes se mueven hacia otros países en busca de trabajo y salarios.

Por otro lado, las guerras también movilizan a muchas personas en contra de su voluntad. Movimientos migratorios por conflictos bélicos encontramos ejemplos recientes como el de Siria. NOTICIA: Turquía alberga más de 193.000 refugiados sirios (prensa.com). Miles de personas se han desplazado desde Siria hacia los países vecinos en una migración masiva que no responde a factores económicos, sino a una situación de guerra civil en el país de origen de los migrantes. Este tipo de migraciones siguen siendo muy típicas en el S.XXI, y encontramos zonas del mundo donde predominan de forma preocupante, como Oriente Medio o África Central.

VER MAPA: Movimientos migratorios debidos a conflictos y guerras en África

Una de las conclusiones del Informe de Desarrollo Humano de 2009 es que los migrantes por lo general mejoran sus oportunidades, al menos en algunas dimensiones, y pueden alcanzar beneficios considerables. Aun así, también se advierte de que la política imperante en los lugares de origen y destino y las restricciones impuestas a los individuos y sus familias pueden reducir esos beneficios.

En general los movimientos migratorios, sean motivados por los factores que sean, suelen traducirse en flujos desde zonas menos desarrolladas hacia otras más desarrolladas (aunque sea dentro de un mismo país). En este artículo vamos a centrarnos únicamente en las migraciones por causas económicas.

Para añadir un elemento de interés al análisis podemos comentar la dinámica de las remesas, que representan muy bien la realidad de los movimientos migratorios. Las remesas son los fondos que los emigrantes envían a su país de origen, normalmente a sus familiares. Así pues, en el mapa anterior vemos que los flujos de remesas tienen un sentido contrario al de las migraciones. Los inmigrantes se mueven hacia Norteamérica y Europa y las remesas van desde estas dos regiones hacia otras como Latinoamérica, África o Asia.

En el siguiente mapa observamos los principales flujos migratorios en el interior de China. En este caso no son movimientos motivados por guerras, enfermedades, política o religión, sino por factores económicos. Las posibilidades de encontrar trabajo y de tener un mayor sueldo se encuentran en las provincias más desarrolladas e industriales de la costa occidental del país. Por ello, los flujos migratorios se dirigen principalmente hacia esas zonas más económicas.

Geografía económica de las migraciones

No es muy profundo ni complejo relacionar las migraciones con la economía. Es una relación simple y que puede parecer incluso obvia, ya que una de las motivaciones que hace que las personas migren es la búsqueda de mejores condiciones económicas. Si bien es cierto que no es la única de las razones por las que se dan los movimientos migratorios, las posibilidades económicas fomentan el traslado de millones de personas en el mundo.

La geografía económica es la rama de la geografía que se dedica al estudio de la localización de la actividad económica. Las preguntas que intenta responder la geografía económica son: ¿Dónde tiene lugar la actividad económica? ¿Por qué se localiza en determinados lugares? ¿Cuál es el impacto espacial de los procesos económicos?

Con un enfoque geográfico y una base teórica que mezcla conceptos económicos y teorías de localización, la geografía económica permite conocer la distribución de los espacios más desarrollados y situar la economía de una manera física. Añadiendo la geografía se puede dar un cuerpo y una forma a la economía, que deja de ser una materia invisible formada por dígitos, ecuaciones y datos.

La relación de la geografía económica con las migraciones radica en que las personas se mueven hacia las zonas donde más actividad económica hay. Los flujos migratorios en los países desarrollados y en desarrollo se deben principalmente a motivos económicos. Tal y como muestra el mapa anterior de las migraciones en China, la población se traslada desde zonas menos desarrolladas hacia zonas más desarrolladas.

Normalmente el IDH está directamente relacionado con el PIB. En el mapa de las migraciones en China comprobamos que aquéllas provincias con más IDH son también las que más riqueza generan y, por tanto, las que más actividad económica poseen. En el caso chino, que analizaremos más adelante, estas zonas están localizadas en la costa oeste, y la población migra desde el interior hacia las provincias occidentales.

Además, es muy importante también conocer primero la geografía física, porque esta determina los factores sociales y económicos de un lugar. Por ejemplo los estados del interior de Brasil son inhabitables debido a la densa selva, o la región sur de Argelia está deshabitada porque es completamente desértica. Conociendo la geografía física de las zonas que queremos estudiar podemos realizar análisis mucho más completos. Los rasgos físicos determinan qué tipo de actividades económicas y qué cantidad de población vamos a encontrar en un lugar.

La importancia de la geografía se muestra una vez más en el siguiente mapa. En este caso geografía humana (fronteras políticas) en relación con la dinámica de las migraciones. La frontera entre Estados Unidos y México muestra dos espacios vecinos pero muy diferentes en cuanto a niveles de desarrollo. Tanto los datos de IDH como de PIB de los condados de Estados Unidos son muy superiores a los de los condados mexicanos.

Únicamente las separan unos pocos kilómetros, pero nada tiene que ver la calidad de vida de una ciudad como San Diego (EEUU) con la de otra como Ciudad Juárez (México). Las posibilidades de tener un trabajo con buenas condiciones laborales y una renta más alta son mucho mayores al norte de la frontera que en México. Por eso, debido a estas diferencias económicas, los movimientos migratorios que tienen lugar en esta zona son siempre desde el sur hacia territorio estadounidense.

Es curioso, sin embargo, que mientras las personas intentan cruzar la frontera hacia el norte, las empresas y las fábricas mantienen su tendencia a instalarse en el otro lado. Analizamos los porqués de esta ‘migración empresarial’ en el artículo la deslocalización.

NOTICIA: Despite violence, U.S. firms expand in Mexico (nytimes.com)

Una vez realizada la explicación de porqué las migraciones han de ser estudiadas teniendo en cuenta aspectos de geografía económica, vamos a analizar tres casos muy representativos de esta relación tan estrecha entre movimientos migratorios y geografía económica.

Los movimientos de personas en Brasil, China e India responden, en diferente medida cada uno, a motivos económicos y, por tanto, los migrantes se mueven trazando unos flujos que claramente van desde las zonas menos desarrolladas y donde menos actividad económica hay, hacia las zonas más dinámicas económicamente y que más progresan.

En el Informe de Desarrollo Mundial de 2009 se asegura que:

Los países no prosperan sin una población móvil. De hecho, la capacidad de las personas de trasladarse parece ser una manera válida de calibrar su potencial económico, y la disponibilidad a migrar parece ser un indicador de su deseo de avanzar. Los gobiernos deben facilitar la movilidad laboral. Durante decenios después de la independencia, la India trató a sus 40 millones de migrantes como “indios innecesarios”. Alentados por un cambio de actitud registrado desde el decenio de 1990, los indios expatriados están aproximando lugares distantes como Bangalore e Hyderabad a los mercados mundiales, lo mismo que los chinos residentes en otros países hicieron con Shanghai y Guangzhou más de un decenio antes. La caída de los costos del transporte y las comunicaciones han ayudado enormemente.

Si bien es cierto que  en el mundo actual el progreso económico no siempre se traduce en un progreso social, esa visión crítica de las zonas más desarrolladas la realizamos en otros artículos como: Las ciudades, Un mundo billonario o Ciudades globales. En este momento nos centramos en un análisis puramente técnico de la relación entre geografía económica y movimientos migratorios.

Movimientos migratorios en Brasil

El gigante latinoamericano está viviendo años de expansión económica, pero no todos sus habitantes (cerca de 200 millones de personas) disfrutan ese crecimiento y desarrollo. Brasil es uno de los países en los que mejor se evidencia la desigualdad socioeconómica. Los buenos datos de crecimiento (en 2010 el PIB creció un 7,5% y en 2011 un 4,6%) se ensombrecen con el lastre de las favelas, la pobreza y la criminalidad.

Se diferencias varias zonas económicas en el país, pero solo son un par de ellas las que en realidad aportan expansión al PIB nacional. Muchos de los estados de Brasil tienen bajos niveles de desarrollo y lento crecimiento económico. Esta polarización ha llevado a encontrar lugares muy ricos y otros muy pobres. Esta desigualdad es la que empuja a cientos de miles de brasileños a cambiar de lugar de residencia, en busca de mejores condiciones de vida.

Observando el siguiente mapa podemos hacernos una idea de hacia dónde se dirigirán los flujos migratorios en el interior de Brasil. El mapa nos muestra la actividad económica del país, y a simple vista se ve mucha más información concentrada en el sector sur. Es sencilla la explicación de porqué encontramos tantos símbolos (tanta actividad económica) en esa zona concretamente: allí se encuentran las dos ciudades que lideran el crecimiento brasileño: Río de Janeiro y Sao Paulo.

ZOOM: Mapa actividad económica en Brasil (mayor resolución)

En los años de fuerte crecimiento de Brasil, en las décadas de 1960 y 1970, casi 40 millones de personas abandonaron el campo para dirigirse a las ciudades. Actualmente son los más jóvenes trabajadores los que migran en gran número desde los estados del norte y del interior hacia la zona de Río de Janeiro-Sao Paulo-Curitiba-Porto Alegre.

En el siguiente mapa se menciona el concepto ‘densidad económica’, que analizamos en otro apartado. Es un término muy interesante, que hace referencia a la concentración de gran cantidad de actividades económicas en un reducido espacio. Se puede medir como ‘producción económica por kilómetro cuadrado’. En las zonas con una alta densidad económica encontramos normalmente mucha industria, pero también otras actividades que generan riqueza y crecimiento como pueden ser los servicios avanzados a empresas o la actividad financiera. Por eso las ciudades globales y sus áreas metropolitanas suelen ser espacios con una alta densidad económica.

En este mapa, extraído del Informe de Desarrollo Mundial 2009 elaborado por el Banco Mundial, se hace referencia a que los migrantes internos de Brasil se mueven en busca de las zonas con más densidad económica, es decir, hacia las regiones que más posibilidades de trabajo ofrecen. El mapa es muy expresivo: la zona sudeste es la que más migrantes recibe.

Como hemos dicho, es aquí donde se encuentran Sao Paulo y Río de Janeiro, motores del crecimiento brasileño. Además, es la región con la tasa de urbanización más alta. Otras grandes ciudades como Santos, Curitiba o Campinas acompañan a las dos megaciudades y forman una gran área urbana, industrial y económica.

La geografía económica de Brasil, representada en el mapa anterior, y los movimientos migratorios que describe este mapa superior están claramente conectados: los flujos de personas se dirigen hacia las zonas más económicas.

La región sudeste, en la que viven alrededor de 80 millones de personas, es la zona más industrializada de América Latina. Su economía está muy desarrollada y bien diversificada. La agricultura y la ganadería están presentes en todos los estados de la región. Los principales productos agrícolas cultivados son la caña de azúcar, café, algodón y maíz. También es importante la minería, destacando la producción de hierro, manganeso, oro y piedras preciosas. Los mayores yacimientos son encontradas en el estado de Minas Gerais. VER: Minerales codiciados.

Además del sector primario, en la región sudeste es muy importante la industria. Por un lado las industrias naval y petrolífera, localizadas en el estado de Río de Janeiro y en Espírito Santo (estos dos estados son los principales productores de petróleo de Brasil). La industria automovilística es importante en los estados de Sao Paulo y Minas Gerais, así como la siderurgia o la petroquímica. En la región sudeste existen también industrias de alimentos, de transformación de productos agrícolas, de bebidas, de muebles… etc.

También destaca la industria de alta tecnología. En esa región está localizado el llamado «valle del silicio brasileño», constituido por las ciudades de São Paulo, São José dos Campos, São Carlos y Campinas. Esas cuatro ciudades concentran industrias de informática, telecomunicaciones, electrónica y de otras actividades que envuelvan alta tecnología. Además existen allí importantes centros de investigación y universidades.

MUY INTERESANTE: Descargar trabajo Problemas socioeconómicos en la ciudad de Río de Janeiro (Juan Pérez Ventura, 2013)

Esta gran diversidad de actividades económicas hacen que la región sudeste sea una zona de gran dinamismo y con muchas posibilidades de crecimiento. Por ejemplo el Estado de Sao Paulo, con un PIB de más de $800.000 millones, supera a cualquier otro país sudamericano. Con datos como este, no es de extrañar que los movimientos migratorios que tienen lugar en Brasil se den en dirección a esta región.

Movimientos migratorios en China

China, el gigante asiático que amenaza con la supremacía económica de Estados Unidos, es un país que no conoce límites y cuyas tasas de crecimiento han sorprendido al mundo entero. Su poderío económico se debe principalmente a su enorme población: casi 1.300 millones de habitantes que trabajan, trabajan y trabajan haciendo funcionar el motor de un país-continente.

Es el país más poblado de la Tierra y el cuarto más extenso. Este continente, sin embargo, no presenta increíbles datos y cifras poderosas por todo su territorio. Hay zonas que quedan marginadas del crecimiento y del dinamismo económico. Un importante porcentaje de sus 9 millones de kilómetros cuadrados son desierto o alta montaña. Allí la actividad económica se reduce al sector primario más tradicional.

Provincias occidentales como Qinghai, Gansu o Xijiang quedan al margen de la densidad económica, más propia de la costa Este. En la siguiente tabla se hace un repaso de las diez provincias con mayor producto interior bruto. De las cinco primeras, cuatro son provincias de la región Este. Una muestra de que es esta zona la que encabeza el crecimiento de China.

Motivados por la llamada de la actividad económica, como veíamos en el anterior mapa de migraciones en China, millones de personas se movilizan cada año desde las provincias del interior hacia las del Este, donde encuentran espacios mucho más industrializados y desarrollados.

Tal y como podemos leer en el Informe de Desarrollo Mundial de 2009: «Las economías de la aglomeración ejercen atracción sobre las personas y las finanzas. Hoy, el capital suele recorrer grandes distancias para aprovechar las oportunidades de beneficio. Las personas también se trasladan, pero lo hacen con mayor rapidez a aglomeraciones próximas que a las que se encuentran muy lejanas. Una vez que las fábricas y las personas llegan a un lugar, otros siguen su ejemplo.»

El movimiento hacia la densidad es veloz en los países de crecimiento acelerado, y se pone de manifiesto en una migración rápida del campo a la ciudad asociada al paso de la agricultura a la industria. Por ejemplo durante el período de crecimiento de la República de Corea entre 1970 y 1995, la proporción urbana de la población se cuadruplicó, hasta alcanzar el 82%, y la migración representó más de la mitad del aumento en los decenios de 1960 y 1970.

Uno de los mecanismos que mejor han funcionado en los últimos años para impulsar la economía de países y regiones en desarrollo son las llamadas Zonas Económicas Especiales, también llamadas «zonas francas» o «zonas de comercio libres de impuestos». Han sido un laboratorio de pruebas para aplicar un conjunto de medidas orientadas al desarrollo económico, la promoción de inversiones y la transferencia tecnológica.

En el siguiente mapa podemos ver señaladas las ZEE (Zonas Económicas Especiales) y las zonas de desarrollo económico y tecnológico. Como se aprecia, todos estos importantes espacios (que tienen una alta producción económica), se encuentran en la costa Este de China.

INTERESANTE: Parques industriales y tecnológicos en el Sur de China (ICEX)

El 30% de las exportaciones de China proviene de las zonas económicas especiales, que además agrupan a más de la mitad de sus compañías de alta tecnología. Todas estas ciudades y zonas del Este de China tienen una gran densidad económica.

Precisamente el siguiente mapa viene acompañado de una breve descripción que dice: «migrar para reducir la distancia a la densidad. A pesar de los obstáculos, los trabajadores chinos han migrado por millones». Reducir la distancia a la densidad significa acercarse a las zonas más industriales, desarrolladas y, por tanto, más pobladas.

A cualquier escala de análisis geográfico, las zonas más pobladas coinciden con las más desarrolladas y donde más actividad económica hay. También se suele relacionar mayor actividad económica con mayor nivel de desarrollo humano, pero eso habría que replantearlo: mucha densidad económica no quiere decir mucho desarrollo humano ni social.

Los trabajadores migrantes que se dirigen hacia el Este abandonan un mundo agrario que les aporta pocos beneficios, y acceden al mundo de las “economías de la aglomeración”. La ciudad de Shenzhen, por ejemplo, atrae a jóvenes trabajadores: el 90% de sus 8 millones de residentes están en edad de trabajar. Se especializa en productos electrónicos pero los fabrica en cantidades enormes. En 2006 sus exportaciones fueron superiores a las de la India, lo que hace de su puerto el cuarto con mayor actividad del mundo. Impulsado por las fuerzas de la aglomeración, la migración y la especialización, y con ayuda de su proximidad a Hong Kong (China), Shenzhen ha sido la ciudad de más rápido crecimiento de China desde 1979, en que fue designada como zona económica especial.

De la misma forma que Shenzen, otras muchas ciudades del Este de China reciben millones de migrantes desde las zonas del interior y del oeste. Como en la Región Sudeste de Brasil, la Costa Este de China es el motor que mueve la economía del país. El Eje Pekín-Shanghai es una de las regiones más pobladas e industrializadas del mundo. La producción económica por kilómetro cuadrado (densidad económica) es muy alta.

Si en Brasil son Río de Janeiro y Sao Paulo las urbes alrededor de las cuales se aglomera la actividad económica, en China encontramos varias ciudades de gran influencia y con áreas metropolitanas con una gran densidad económica: además de las ya mencionadas Pekín (20 millones de habitantes) y Shanghai (23 millones hab.), otras como Nanjin (8 millones hab.), Wuhan (10 millones hab.), Shenzhen (8 millones hab.), Tianjin (12 millones hab.), Qingdao (7,6 millones hab.) o Guangzhou (10 millones hab.).

Todas estas ciudades encabezarían las listas de más pobladas en Europa o Norteamérica. En China, sin embargo, son ciudades ‘de segundo rango’, pero que están creciendo a ritmos muy acelerados. Al mismo tiempo que aumentan su PIB local y su actividad económica, reciben cientos de miles de migrantes llegados del interior del país.

Como vemos en el siguiente mapa de densidad de población, China es un país que muestra una clara polarización en el reparto poblacional sobre el territorio. No es un reparto homogéneo por todo el país, sino que se diferencian dos zonas muy claras: a grandes rasgos el Oeste es un desierto demográfico y el Este acapara toda la población.

En el sector oriental encontramos las provincias más pobladas: Guangdong con 104 millones de habitantes, Shandong con 95 millones o Henan con 94 millones, son provincias comparables con países enteros en términos de población. En China, 15 provincias superan los 40 millones de habitantes. Todas ellas en el sector Este del país.

La geografía económica explica esta elevada densidad de población que observamos en el mapa anterior. Esta densidad viene acompañada por una densidad económica muy importante. Haciendo un repaso de la economía de las provincias del Este podemos observar cuál es su importancia relativa en el contexto de China:

Provincia de Henan: produce carbón (en Pingdingshan, Yima y Jiaozuo), molibdeno, aluminio, oro y vidrio. La industria se centra principalmente en los sectores textil (fibras industriales), alimentario (carne), metalúrgico, petrolero, químico, electrónico y de maquinaria y materiales de construcción como cemento. Hay fábricas de neumáticos y frigoríficos. También es importante la generación de electricidad.

Municipalidad de Tianjin: Tianjin tiene un importante puerto con mucha actividad de comercio exterior (importaciones y exportaciones). Las principales industrias son: maquinaria, siderúrgica, química, eléctrica, textil, papelera y materiales de construcción. Motorola, Samsung y Panasonic están implantadas en Tianjin. Esta municipalidad tiene también importantes pozos de petróleo así como extensas salinas. Hay minas de manganeso.

Pronvincia de Jiangsu: es una de las provincias económicamente más pujantes de China. Es la segunda provincia china en captación de inversiones externas directas. El clima lluvioso facilita el cultivo del arroz que se concentra sobre todo en el delta del río Yangtsé. Otros productos agrícolas que se producen en la zona son trigo y maíz. Es un importante productor de gusanos de seda. Además, sus costas son de una gran riqueza en pesca. Jiangsu tiene depósitos de carbón, petróleo y gas natural. Las industrias principales son las textiles, químicas y alimenticias.

Provincia de Zhejiang: está situada en la costa sudoriental de China y en el sur de la Delta del Río Yangtzé. El Puerto Beiluncang en Ningbo, uno de los 4 principales puertos de transbordo de China, puede servir naves de 300,000 toneladas. Más del 90 % de las empresas de la ciudad de Wenzhou son empresas no estatales (firmas privadas). Es un importante centro de la industria del calzado.

Municipalidad de Shanghai: La ciudad de Shanghái es el principal centro comercial y financiero de China y uno de los más importantes del mundo. Es también uno de los puertos más activos del mundo, desde 2005 ocupa el primer puesto de los puertos más activos del mundo en términos de carga, manejando un total de 570 millones de toneladas de carga en 2007. Según el tráfico de contenedores, ha superado a Hong Kong para convertirse en el segundo puerto más activo en el mundo, tras Singapur. La ciudad ha registrado un crecimiento de dos dígitos durante 15 años consecutivos desde 1992. En 2007, el PIB nominal creció al 13,3%  y en 2008 un 9,7%. La Bolsa de Shanghái es la más pujante del mundo, con su índice SSE que crecía al 130% en el año 2006.

Como hemos dicho, estos lugares que reciben migración suelen ser zonas altamente pobladas. La densidad de población atrae a más población. Por otro lado, también es normal que sean zonas con una gran producción económica, sobretodo industrial. Economías de escala con una gran producción industrial. Así pues, en estos lugares se pone en práctica la teoría de las economías de aglomeración, y así densidad de población, densidad económica y producción industrial van de la mano.

Una de las zonas en las que mejor se vislumbran estas características es el Delta del Río Perla, donde encontramos un paisaje altamente urbanizado. Alrededor de 45 millones de personas habitan en una decena de ciudades que están prácticamente unidas por el tejido urbano e industrial.

El gobierno de China lleva 10 años realizando un gran esfuerzo para que el país pueda desarrollarse más uniformemente, pese a las ventajas permanentes que ofrecen las provincias costeras. Actualmente muchas transferencias financieras van desde las regiones del Este hacia el interior, mediante la asignación fiscal estatal. Se pretende mejorar infraestructuras y estimular la economía. El «Programa de desarrollo occidental» que ha puesto en marcha el gobierno intenta igualar las condiciones para el crecimiento en todas las provincias del país.

Movimientos migratorios en India

Con una extensión mucho menor que la de China, pero con una población semejante, la India se presenta como un gigante que está viviendo su transformación económica, desde una tradicional base agrícola hacia una mayor importancia del sector secundario y los servicios. Con la llegada del desarrollo y el progreso económico, las áreas rurales viven un proceso de éxodo de la población, que se dirige hacia los nuevos centros económicos del país, grandes ciudades como Nueva Delhi, Bombay o Calcutta.

1.250 millones de habitantes no son fácilmente gestionables. Es una población propia de continentes, pero que se aglutina en un país de 3.2 millones de kilómetros cuadrados.

La agricultura, el motor económico tradicional del país, está perdiendo fuerza. En las aldeas sólo quedan niños y mujeres, ya que la mayoría de los hombres emigran hacia las grandes ciudades como Pune.

La falta de desarrollo económico en algunas regiones atrae hacia las grandes ciudades a una inmigración rural, poco calificada. Las familias emigran del campo a la ciudad para buscar trabajo y educación para sus hijos, pero se encuentran con trabajos precarios y ciudades saturadas incapaces de absorber más población.

Las grandes ciudades como Pune, Bombay, Calcuta, Chennai o Nueva Delhi son muy atractivas para las nuevas generaciones en busca de trabajo. Hay factores que inducen a los jóvenes a establecerse en estas ciudades: la vida urbana, los centros comerciales, las modas y el trabajo en el sector del automóvil, de la informática y la construcción. Dichos sectores crecen sin parar y la gente quiere aprovechar estas oportunidades.

Esta inmigración se instala muchas veces en la periferia de las ciudades, en barrios marginales de slums. Los slums, como las favelas en Brasil, son construcciones ilegales, no organizadas ni planificadas, construidas en solares vacíos. Padecen falta de agua corriente y son insalubres.

En la India, más de 400 millones de personas viven en los estados atrasados del centro, donde se concentra más del 60% de la población pobre de la nación. Las personas viven allí por una razón: es una llanura fértil y fue la cuna de la civilización india. Pero su ubicación es ahora menos favorable, ya que el mundo ha cambiado. Ahora el futuro no está en esas zonas rurales que vieron nacer a una civilización. El futuro está en las grandes y humeantes ciudades industriales que crecen sin parar. Por eso, se está viviendo una migración interior hacia grandes metrópolis como Delhi, Bombay, Calcuta, Hyderabad o Chennai.

Desde la ONU se ha proyectado que  en el año 2030, el 46% de la población (634 millones de habitantes) vivirá en áreas urbanas. Esta enorme cifra, comparable a la población de Europa, supone una peligrosa amenaza para las propias ciudades, que pueden llegar a colapsarse.

El interesante trabajo realizado por la ONG Intervida sobre las migraciones en la India recuerda que, en muchas ocasiones, la economía sumergida es el único recurso para aquellos que sueñan trabajar en las grandes ciudades. Es decir, la propia estructura urbana no es capaz por sí misma de atender a todos los ciudadanos. Migrar a una ciudad no significa encontrar trabajo, porque las urbes están saturadas de población. Son hipertrofias urbanas, mal gestionadas por parte de la administración pública e imposibles de controlar por las fuerzas de seguridad.

«Los crímenes, las enfermedades, la drogadicción y el descontento en general, se disparan en las ciudades» dicen en el documental ‘India, del verde al gris’, sobre el éxodo rural que lleva a millones de indios a dejar el campo para llegar a las ciudades.

Al igual que en Brasil y China, en la India las grandes ciudades son las que más están creciendo económicamente y, al mismo tiempo, están creciendo en términos de población. Como hemos apuntado antes, la densidad de población atrae a más población. Así como en China hablábamos de ciudades gigantes más grandes que cualquiera de Europa, en la India también encontramos casos parecidos: la ciudad de Hyderabad, no muy conocida, tiene más de 7 millones de habitantes. Cada año recibe más migrantes nacionales, que llegan desde las áreas rurales cercanas para intentar aprovechar el crecimiento económico de la ciudad.

Otras ciudades ‘desconocidas’ y enormes son Chennai (8,7 millones de habitantes), Pune (5 millones hab.), Ahmedabad (6,2 millones hab.) o Bangalore (8,5 millones hab.). Todas estas ciudades encabezan, junto a Nueva Delhi, Bombay y Calcuta, el crecimiento industrial y económico de la India.

En el siguiente mapa observamos cómo los estados centrales del país, más rurales, tienen mucha menos población que los del norte o los de la costa. En la India diez estados tienen más de 60 millones de habitantes. El más poblado, Uttar Pradesh, tiene la asombrosa cifra de 200 millones de habitantes (sería el séptimo país más poblado del mundo), y no deja de recibir inmigrantes de otros estados del país.

Los estados más poblados son también los que más crecen económicamente. El estado de Uttar Pradesh, por ejemplo, crece a un ritmo medio del 7% (2008-2012). En este estado, el sector terciario es desde el año 2009 el que más contribuye al PIB de Uttar Pradesh (45%). El sector primario contribuye un 44% y el sector secundario un 11%. La creciente importancia del sector servicios se entiende porque esos 200 millones de habitantes precisan mucha atención por parte de la administración y de las empresas privadas. Es un mercado enorme que hay que aprovechar.

En el gráfico de la derecha observamos el crecimiento económico anual de las cinco principales economías de la India. El estado que más crece es Maharashtra (115 millones de habitantes), que supone un 15% de la actividad industrial del país y un 13.5% del PIB de la India. Una de las razones por las que Maharashtra es tan importante está en que la capital y ciudad más grande de este estado es la gran urbe de Bombay, centro financiero y económico del país. Otros estados como Andhra Pradesh, Tamil Nadu o Gujarat también crecen a ritmos superiores a los de cualquier país occidental. Todos ellos liderados por grandes ciudades, de millones de habitantes y muy industrializadas.

Según el Informe de Desarrollo Mundial de 2009 «no deben ofrecerse incentivos a actividades que dependen de las economías de la aglomeración o del acceso a los mercados internacionales. Los incentivos focalizados a la agricultura son los primeros candidatos en estas zonas en gran parte rurales y agrarias. La insistencia en incentivos orientados selectivamente a la industria, como ocurrió en la India durante varios decenios, no ayudará a las zonas atrasadas a mejorar los niveles de vida hasta alcanzar los niveles de los estados avanzados.»

Efectivamente, los datos evidencian que haber incentivado la actividad industrial y el crecimiento urbano no ha ayudado mucho en la India: mientras la creciente clase media sigue el ritmo de la sociedad de consumo, un 80% de la población vive con menos de 2 dólares al día.