«Que tiene existencia objetiva», así es como se define oficialmente el término real. La institución que rige y regula el lenguaje en idioma español es la Real Academia de la lengua (RAE), de cuyo Diccionario se ha extraído esta definición. El concepto real tiene una única acepción, que repetimos de nuevo: «Que tiene existencia objetiva». Para saber qué es lo real o qué es real debemos pues atenernos a aquello que tenga existencia de manera objetiva, a aquello que objetivamente exista.
Como no hemos quedado satisfechos (de hecho esta definición no nos dice exactamente qué es lo real), tenemos que intentar entender lo que nos quiere decir la RAE. ¿Qué significa la frase «que tiene existencia»? Buscamos existencia en el Diccionario oficial de la lengua española y recibimos lo siguiente: «Acto de existir». Tenemos que seguir buscando. Buscamos existir. Obtenemos la respuesta: «Dicho de una cosa: ser real». Volvemos al principio.
Con un breve repaso al Diccionario hemos entendido que lo real es aquello que existe, y que sólo existe aquello que es real. En este limbo de posibilidades y de misterios se ha bañado la cultura muchas veces. Escritores, pintores, poetas, músicos y guionistas han querido explorar los límites de la realidad, y han imaginado ocurrentemente existencias múltiples y realidades paralelas. Apoyándose en los pensamientos de filósofos como Platón, que nos hablaba de la existencia de dos mundos (el Real y el de las Ideas), y en los descubrimientos de la física cuántica, que nos dice que dos realidades diferentes pueden coexistir al mismo tiempo, el mundo de la cultura ha producido interesantes trabajos basados en el cuestionamiento de la realidad en la que vivimos.
Nos proponemos repasar una serie de obras cinematográficas que se dedican a este apasionante tema y reflexionar sobre los caminos que se abren cuando descubrimos mundos paralelos y exploramos nuevas dimensiones. Vamos a analizar las siguientes ficciones: ‘Interstellar’ (Christopher Nolan, 2014), ‘Matrix’ (hermanas Wachowski, 1999), ‘Coherence’ (James Ward Byrkit, 2014), ‘Stranger Things’ (hermanos Duffer, 2016), ‘Inception’ (Christopher Nolan, 2010) y ‘El Show de Truman’ (Peter Weir, 1998). Son seis tramas que tienen su base en la existencia de varias realidades o dimensiones, y si bien no va a ser necesario desvelar al detalle el contenido de las mismas, es importante alertar sobre los spoilers que inevitablemente aparecerán durante nuestro ensayo. En todo caso, es más que recomendable ver estas seis obras antes de leer el texto, que sólo puede ser enteramente comprendido y disfrutado tras haberlas visto.
Introducción: cinco películas y una serie
El gran público conocerá más o menos las películas que hemos elegido para nuestro viaje. ‘Matrix’ fue un éxito comercial y tuvo un gran impacto cultural, y ‘El Show de Truman’ tiene uno de los mejores guiones que se han escrito. También son muy conocidas las obras de Christopher Nolan, que plasma a la perfección su interés por el tema de las realidades múltiples en ‘Interstellar’ e ‘Inception’. La menos conocida es ‘Coherence’, pero apenas requiere de una hora y veinte minutos para quedar satisfecho con su breve y genial trama. Es una película que no se comercializó con fuerza, y que supone uno de esos tesoros escondidos en el mundo de la ciencia ficción.
Además de estas cinco películas, contamos con una serie para acompañarnos. Una de las series más exitosas de los últimos años, ‘Stranger Things’, creada en 2016 por los hermanos Duffer, gira en torno al suspense, pero contiene una interesante carga de mundos paralelos que más adelante comentaremos. Si todavía sigues leyendo entendemos que o bien conoces el contenido de estas tramas que vamos a analizar, o el tema te interesa tanto que sacrificarás alguna que otra revelación. En todo caso prepárate, porque entramos de lleno en el mundo de las realidades múltiples y en la reflexión de qué es verdaderamente lo real.
En la anterior tabla se intenta resumir el contenido de cada una de las seis tramas en lo que a multi-universos se refiere. Además, esta información nos sirve para caracterizar a cada una de ellas. Hay obras en las que las diferentes realidades que aparecen conviven en el mismo espacio (en el mismo Universo para ser más exactos), como por ejemplo ‘El Show de Truman’ (tanto la realidad en la que vive Truman como la realidad del mundo exterior se sitúan físicamente en el planeta Tierra, por lo que son dos realidades que están en el mismo espacio) o ‘Interstellar’ (toda la trama se desarrolla en distintos lugares y momentos del mismo Universo). Hay otras en las que las distintas realidades no existen en el mismo espacio: en ‘Stranger Things’ el llamado «Mundo del Revés» está en una dimensión diferente a la del mundo real, en ‘Coherence’ las distintas viviendas que aparecen existen cada una en un Universo distinto, en ‘Matrix’ el mundo real se encuentra en la Tierra y el mundo ficticio está en una dimensión virtual… etc. En el caso de ‘Inception’ es algo más complicado, aunque podríamos aceptar que el mundo real es el planeta Tierra (el vuelo en el avión) y que las realidades que aparecen en los sueños están en una dimensión onírica, físicamente no localizable.
También se puede distinguir entre tramas en las que las diferentes dimensiones están conectadas directamente y aquellas en las que hablamos de dimensiones separadas completamente. Por ejemplo en ‘El Show de Truman’ se utiliza una simple puerta para dejar una realidad (la ciudad de Seahaven) y entrar en otra (el mundo real). En ‘Interstellar’ hay que caminar algo más, concretamente hasta llegar a Gargantúa, el agujero negro que permite conectar los dos momentos temporales en los que tiene lugar la trama. En ‘Matrix’ e ‘Inception’ la conexión no es física, sino neurológica: a través de los sueños o conectando el cerebro a un programa de ordenador. En el caso de ‘Coherence’ y ‘Stranger Things’ los distintos mundos se encuentran en dimensiones diferentes, y no hay conexión entre ellos a menos que se utilicen los excepcionales portales que se abren puntualmente.
Como muestra la tabla, las tramas en las que aparecen el tema de las múltiples realidades se pueden categorizar en función de si éstas comparten el mismo espacio temporal, de si son semejantes físicamente (la Realidad A en ‘Matrix’ no tiene nada que ver con la Realidad B, en apariencia son totalmente distintas), de si el individuo es consciente de que se encuentra en una realidad diferente a la de la que partió… etc. Es interesante repasar esta información y volver a ella cuando sea necesario para comprender mejor cada ejemplo.
Presentados los casos de estudio, comenzamos ahora nuestro viaje a través de los distintos mundos. Intentaremos conocer la conexión entre ellos, la naturaleza de cada uno, y reflexionar sobre la posibilidad científica de existencias simultáneas en nuestro Universo. Navegaremos por el mundo de la ciencia ficción, aprendiendo con la ciencia y disfrutando con la ficción.
Matrix: la definición de qué es lo real
Es necesario comenzar con la película ‘Matrix’, dirigida por las hermanas Wachowski en el año 1999. En la experiencia vital y personal de las dos guionistas encontramos también una buena reflexión y metáfora de qué es lo real y de la posibilidad de que existan varias realidades: ambas se han sometido a operaciones de cambio de sexo. Fueron los hermanos Andy y Larry quienes dirigieron entre 1999 y 2003 la trilogía ‘Matrix’, aunque en la actualidad son Lilly y Lana. De su cabeza surgió uno de los mejores guiones de la historia del cine.
Podemos entender Matrix como una versión moderna de la Caverna de Platón, en la que la gente no está atada con cuerdas, sino manipulada por complejas señales eléctricas y programas informáticos. La Realidad B es un mundo virtual, en el que la población vive con normalidad sin saber que son esclavos de un sistema malvado. La Realidad A transcurre en el planeta Tierra, donde los habitantes que quedan malviven bajo el suelo en cavernas. Estas son las dos realidades que se presentan en ‘Matrix’. Tienen lugar en el mismo tiempo (no en el mismo espacio) y están conectadas de manera neurológica: para entrar a la Realidad B hay que conectar el cerebro a una máquina.
No es necesario entrar en más detalles de la trama de la trilogía para sumergirnos en su mundo y reflexionar sobre esas dos realidades que conviven simultáneamente. La realidad real es la Realidad A, el mundo real (el planeta Tierra). Pero es la Realidad B la que se nos presenta como auténtica y verdadera. Alcanzado cierto grado de conocimiento, los habitantes de la Realidad B pueden ser liberados y adquirir consciencia del engaño. Es una metáfora de que sólo a través de la razón se puede alcanzar la verdad. Hasta llegar a esos niveles de raciocinio el ser humano es un esclavo.
Pero los esclavos que viven en Matrix (el nombre del programa que es la Realidad B) no creen estar sometidos ni vivir en un mundo falso. No son conscientes. ¿Podemos asegurarles que la realidad en la que viven no es real? En un gran discurso de Morfeo, se cuestiona la veracidad de la realidad de la siguiente manera:
“¿Qué es real? ¿cómo definirías lo real? Si te refieres a lo que puedes sentir, a lo que puedes oler, a lo que puedes saborear y ver, lo real podrían ser señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.”Una interesante reflexión que nos viene a decir que la realidad es aquello que percibimos. Esta definición abre muchas puertas y posibilidades. Bajo este prisma los sueños también pueden considerarse una realidad. En ‘Inception’ las múltiples realidades se presentan en forma de sueños, en ‘Matrix’ en forma de programa informático, en ‘Coherence’ en forma de universos paralelos, en ‘Interstellar’ como saltos en el tiempo, en ‘El Show de Truman’ como un escenario artificial, en ‘Stranger Things’ como dimensiones paralelas.
Todo aquello que se pueda percibir y sentir puede ser entendido como una realidad. No tiene por qué ser físicamente verdadera: los habitantes de Matrix creen que su mundo es verdadero y no saben que en realidad están conectados a una realidad virtual. ¿Qué importa que no sea una realidad real? Lo importante es que esas personas sienten que el mundo que les rodea existe, y por tanto existe para ellos. Ese mundo ficticio existe en la medida en que para sus habitantes existe. Con otras palabras: esa falsa realidad es verdadera en la medida en que para sus habitantes es verdadera. La clave de todo son la consciencia y la percepción.
Volvemos a la Academia de la Lengua española para buscar la rigurosidad. La RAE nos recuerda que la consciencia es «la capacidad del ser humano de reconocer la realidad que le rodea y de relacionarse con ella». Habría que preguntarse si los habitantes de Matrix son efectivamente conscientes de la realidad que les rodea, o de si nosotros mismos somos conscientes de que estamos soñando cuando soñamos…
Interstellar: las paradojas del espacio-tiempo
Recuperaremos las reflexiones de Morfeo y lo aprendido con ‘Matrix’ más adelante. En ‘Matrix’ está muy clara la diferencia entre la Realidad A y la Realidad B. La multiplicidad de realidades no es compleja y se presenta de manera incluso pedagógica y divulgativa. Queda bien claro el ánimo de las hermanas Wachowski: hacer reflexionar al espectador.
La obra del director Christopher Nolan también está llena de películas hechas para pensar. Dos de ellas tratan el tema de las realidades múltiples de manera directa: ‘Interstellar’ (2014) e ‘Inception’ (2010). En ésta última se abordan distintas realidades o mundos a través de los sueños. En ‘Interstellar’ jugamos con la física y la relatividad. Varias preguntas podrían introducirnos en la cuestión: ¿es posible avanzar en el tiempo y llegar a mundos/realidades paralelas a la nuestra? ¿se podría atravesar de manera rápida el espacio-tiempo utilizando un agujero negro? ¿están teniendo lugar realidades simultáneas a la nuestra en estos momentos?
No hace falta que descubramos la trama, pero sí es importante saber que encontraremos dos realidades: la Realidad A transcurre en el planeta Tierra en el año t (no sabemos con exactitud el año) y la Realidad B tiene lugar en algún punto del Sistema Solar en el año t+1. Es importante tener en cuenta que la Realidad B ocurre en t+1 porque esto significa que ocurre después de t, es decir después de la Realidad A.
En ‘Interstellar’ todo es un poco más complejo porque se siguen de manera rigurosa las leyes surgidas de la física y de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein. En resumen se diría que el Universo está formado por un espacio de cuatro dimensiones llamado espacio-tiempo, y que cuando se avanza por este espacio se avanza también en el tiempo. Avanzando a gran velocidad se podría avanzar y retroceder en el tiempo. Considerando esto como cierto surgen muchas paradojas. La trama que nos propone Nolan en ‘Interstellar’ tiene como protagonistas a un padre y a su hija. La hija vive en la Realidad A, en el planeta Tierra en el tiempo t, y el padre surca el Sistema Solar en una nave espacial (tiempo t+1). El lugar donde ocurren los hechos es el mismo para los dos: el Sistema Solar, pero los tiempos cambian. Es por eso que en ‘Interstellar’ también hablamos de realidades múltiples: son los dos momentos en los que transcurre la trama: el momento de la hija (el tiempo t) y el momento del padre (t+1).
En este caso la reflexión no ha de derivar hacia las dudas sobre qué realidad es más real, ya que ambas son igual de verdaderas. Ambos momentos están ocurriendo realmente. Es más interesante apuntar en otra dirección: ¿son simultáneos estos dos momentos? Si son simultáneos quiere decir que ocurren al mismo tiempo, y si t+1 ocurre al mismo tiempo que t estamos hablando de dos realidades diferentes simultáneas. ¿A caso están ocurriendo al mismo tiempo el año 2017 y el 2517? Si pudiéramos viajar lo suficientemente rápido podríamos ir ahora mismo al año 2517 y ver que allí todo es normal: la gente pasea por tubos de cristal, conduce sus coches voladores y cultiva huertos en los tejados de los rascacielos. ¿Quiere eso decir que esa realidad futura está ocurriendo al mismo tiempo que nuestra realidad presente?
Hay un ejemplo que se suelen poner los astrónomos: mira por la ventana. ¿Ves aquella estrella? Ahora mismo estás viendo la estrella tal y como era hace cincuenta años. La luz ha tardado todo ese tiempo en llegar hasta ti. Si vivieras en esa estrella y miraras desde allí el planeta Tierra, no verías 2017, sino 1967. ¿Querría eso decir que la realidad real es 1967? Efectivamente tus ojos estarían viendo con ese potente telescopio el año 1967, con sus ciudades y sus países. Pero en la Tierra correría el año 2017, aunque su luz y su imagen todavía no habrían llegado hasta ti, habitante de una estrella a cincuenta años luz. ¿Cuál de estas dos imágenes/realidades/mundos sería el real? Situado en tu estrella, nadie podría convencerte de que aquello que has visto no es real, y estarías seguro de que la Tierra es tal y como era en el año 1967. Pero los habitantes del planeta azul estarían viviendo en 2017. ¿Dos realidades/momentos diferentes conviviendo al mismo tiempo en el mismo Universo? En ‘Interstellar’ esta paradoja increíble se explota a la perfección.
Inception: el mundo (o los mundos) de los sueños
Si todavía no nos duele la cabeza, podemos continuar nuestro viaje a través de las realidades múltiples. Seguimos de la mano de Christopher Nolan para adentrarnos en el mundo de los sueños. Como bien nos ha explicado Morfeo en ‘Matrix’, lo real puede ser todo aquello que percibimos como real, por lo que un sueño podría llegar a engañarnos con la realidad. Ya hemos puesto sobre la mesa la duda: si cuando soñamos no somos conscientes de que estamos soñando, ¿cómo podemos asegurar mientras soñamos que la realidad que nos rodea no es verdadera? La respuesta es sencilla: no podemos.
En ‘Inception’ se nos propone un experimento interesante. Mediante una sencilla tecnología neurológica los protagonistas pueden «conectarse» al mismo sueño e interactuar en él. Por supuesto son conscientes de que se encuentran en un sueño (para ello todos llevan un tótem, un objeto de la Realidad A que les recuerda que no se encuentran en su realidad real). Al entrar en un sueño cambian de realidad, y si dentro de ese sueño deciden dormirse y soñar, entonces estaremos bajando escalones y cambiando de realidades. De la Realidad A (mundo real) habremos pasado a la Realidad B (primer sueño), y de ésta a la Realidad C (segundo sueño), y así sucesivamente. Siempre utilizan la misma tecnología para dormirse, de modo que siempre serán conscientes de que viven en un sueño. La pregunta es: ¿sabrán cuándo han regresado a la Realidad A después de varios sueños?
En ‘Interstellar’ se cambiaba de la Realidad A a la Realidad B viajando en el tiempo. En ‘Matrix’ y en ‘Inception’ el viaje a otras realidades tiene lugar en la mente. El cuerpo físico sigue habitando la Realidad A (el planeta Tierra en ambos casos), pero puede morir si la persona muere en alguna de las otras realidades por las que está transitando en su cabeza.
El problema que plantea ‘Inception’ en lo referente a las realidades múltiples es lo complicado que lo tienen la percepción y la consciencia para no engañar al cerebro. ¿Cuál era nuestra realidad inicial? ¿podemos fiarnos de los recuerdos? En ‘Blade Runner’ ya nos demostraron que es mejor no hacerlo. Los recuerdos no son de fiar. ¿Quizás si nos pellizcamos? El dolor percibido puede ser también creado por nuestra mente. ¿Lo real es siempre lo que percibimos? En los sueños llegamos a sudar por el estrés o el miedo. ¡Y eso que los monstruos no eran reales! Aun así nos hemos despertado con la respiración acelerada. Estábamos convencidos de que habíamos sido perseguidos. Pero no. Era un sueño. Nuestra imaginación. No era real.
Pero pareció tan real… De ‘Inception’ podemos quedarnos con varias preguntas y con la siguiente lección: es importante tener algo físico que nos ate al mundo real, que nos recuerde de qué realidad venimos. No podemos confiar en nuestra mente para distinguir entre la realidad real y las falsas realidades.
La película tiene un épico final abierto en el que el director deja en el aire si el protagonista ha conseguido o no regresar a la Realidad A, a su realidad inicial. Después de haber vivido en hasta cinco realidades diferentes, nuestro protagonista parece incapaz de distinguir lo real de lo soñado. En una entrevista, Christopher Nolan aclaró que lo importante de este final, más allá de resolver el misterio de en qué realidad se encuentra (A, B, C…), es el hecho de que al protagonista ya no le importa saberlo, pues ha aprendido a abrazar la realidad en la que vive. Una reflexión muy interesante: a veces es necesario aceptar la realidad para no volverse loco. Quizás en ocasiones la verdad no es suficiente, como se dice en otra de las películas de Nolan.
El Show de Truman: ¿cómo distinguir la realidad real?
Si nos encontráramos en una dimensión paralela al mundo real pero que reprodujera físicamente la apariencia de nuestra realidad, ¿seríamos capaces de distinguir que ese lugar no es realmente nuestro mundo? Siguiendo con lo comentado para el caso de ‘Inception’, cuando estamos soñando creemos estar viviendo en el mundo real. Hay ocasiones en las que nuestros sueños parecen reales. ¿Cómo distinguir esta falsa realidad con la realidad verdadera? Las tesis de Nolan nos recomendarían utilizar un tótem, y Morfeo nos confundiría repitiéndonos eso de que «si lo percibes, es real».
En ‘El Show de Truman’ (Peter Weir, 1998) se nos presenta una Realidad A que es la ciudad donde vive el protagonista, Truman Burbank (interpretado por un genial Jim Carrey, ganador del Globo de Oro por su actuación). La película no tarda en desvelar que esta realidad es un mundo artificial, falso. El mundo real es la Realidad B, donde viven los espectadores que ven el Show de Truman, un famoso programa de televisión. Truman vive atrapado (sin ser consciente) en una ciudad hecha con casas falsas y habitada por actores. En otros artículos hemos reflexionado sobre cuál de las dos realidades ofrece más libertad y seguridad, si bien en esta ocasión nos centraremos en análisis enfocados a la doble realidad que presenta la trama.
La situación es bien sencilla: un mundo falso (Realidad A) y un mundo verdadero (Realidad B). Nuestro protagonista debe encontrar el camino hacia la verdad y conseguir ser libre. No lo tendrá fácil, ya que la Realidad A es similar físicamente a la Realidad B. Además, él nunca se ha planteado que su realidad no sea real. Como bien dice Christof (interpretado por Ed Harris), el Creador del Show de Truman: «Aceptamos la realidad tal y como nos la presentan». Es una frase simple con una gran carga filosófica y sociológica. Merece ser leída dos veces. «Aceptamos la realidad tal y como nos la presentan».
Esta genial cita hay que acompañarla con otra que escuchamos en ‘Matrix’, y que dice: «La ignorancia es la felicidad». Juntando estas dos premisas obtenemos el siguiente resultado: una ciudadanía acomodada y que no reflexiona. ¿A caso alcanzar mayores niveles de reflexión o de raciocinio es indirectamente proporcional al grado de felicidad? ¿tendría razón Lisa Simpson? ¿es la ignorancia la felicidad?
Lo importante en la película de Peter Weir es que sólo cuestionándonos la realidad que nos rodea podemos llegar a conocer la verdad del mundo en el que vivimos. Truman consiguió vencer a sus miedos e indagó para descubrir que se le estaba ocultado la realidad. El mismo ejercicio que realiza Neo en ‘Matrix’ para comprender que vive en una falsa realidad. No siempre se tiene un tótem que te recuerde que no estás en el mundo real. Hay que utilizar la razón para escapar de la Caverna.
Stranger Things: la oscuridad de la dimensión paralela
Como una oscura caverna es el «Mundo del Revés», la misteriosa dimensión paralela a nuestra realidad. En la famosa serie de Netflix ‘Stranger Things’ se nos presentan dos mundos: el mundo real (que denominaremos Realidad A) y el llamado «Mundo del Revés» (Realidad B). En el mundo real todo transcurre con normalidad. En el Mundo del Revés el ambiente es oscuro y tenebroso. En principio no tendría que haber relación ni conexión entre los dos mundos, que parecen en realidad dos dimensiones distintas. Pero de alguna manera uno de los monstruos que habitan el Mundo del Revés consigue acceder al mundo real. Y así comienza todo…
Este monstruo, llamado Demogorgon, rapta a varias personas del mundo real y se las lleva a su dimensión, que parece estar justo debajo del suelo del mundo real. Sólo se puede acceder de la Realidad A a la Realidad B a través de portales. El principal portal se encuentra en una instalación del Departamento de Energía de los Estados Unidos. La trama va tomando forma y sumando elementos de suspense e interés.
Ante esta situación se pueden plantear varias preguntas relativas a la naturaleza de la Realidad B: ¿es un mundo real (físicamente hablando: ¿sigue las leyes de la física?)? ¿comparte espacio o tiempo con nuestra realidad? ¿cómo se accede hasta él? ¿existen varios portales? ¿quién puede abrir los portales? ¿es un Universo paralelo? ¿por qué es un lugar oscuro y sin vida? ¿es acaso el Mundo del Revés el futuro del mundo real, en una especie de futuro tipo ‘Wall-E’?
‘Stranger Things’ se presentó únicamente con ocho episodios. Apenas ocho horas de ficción que no permiten tener muchas respuestas. En todo caso queda clara la importancia de la coexistencia de dos realidades simultáneas en la trama. Está por conocer de qué tipo de dimensiones estamos hablando y qué características tiene el misterioso Mundo del Revés.
La tensión entre la Realidad A y la Realidad B es constante en todas las ficciones que estamos analizando. En ‘Stranger Things’ vemos cómo el diabólico Demogorgon intenta atravesar las paredes que separan los dos mundos o cómo sus víctimas tratan de regresar al mundo real. También observamos escenas parecidas en ‘Matrix’, cuando Neo toca un espejo desde la Realidad B, o en ‘Interstellar’ cuando ambas realidades se tocan en un apretón de manos intertemporal. El contacto entre las distintas realidades es una constante en las películas que tratan este tema, muestra de que quizás, aunque separado espacial y temporalmente, al final todo está relacionado.
En ‘Stranger Things’ hay personas del mundo real (Realidad A) que conocen la existencia de la Realidad B. Al parecer estas personas están relacionadas con el Departamento de Energía, y trabajan en secreto para intentar llegar al Mundo del Revés, atravesando un portal. La mención a este Departamento ha despertado el interés de los fans, y en una entrevista en televisión se le preguntó al propio Secretario de Energía de Estados Unidos por la posible existencia de universos paralelos.
El Secretario Ernest Moniz aseguró que en su Departamento sí trabajan con universos paralelos. Para sorpresa de todos los espectadores, dijo que efectivamente en el Departamento de Energía «tratamos de comprender las partículas básicas de la Naturaleza y la estructura del Universo. Eso hace que físicos teóricos aborden temas como la existencia dimensiones más allá de las tres dimensiones y los universos paralelos». Muchos comprendieron entonces que ‘Stranger Things’ no era una ficción tan ficticia, y que la existencia de dos dimensiones simultáneas tenía cierta base científica. Entonces, ¿de verdad es posible que existan varias realidades al mismo tiempo?
Coherence: la base científica de las realidades múltiples
Lo cierto es que el tema de las realidades múltiples tiene un importante apoyo en la física, tanto a nivel cuántico como a escala universal. La estructura del Universo y las interacciones entre las partículas elementales siguen lógicas físicas que podrían derivar en este tipo de paradojas. Actualmente ya se asume científicamente que una partícula puede estar en dos estados y lugares al mismo tiempo, que se podría viajar en el tiempo atravesando el espacio-tiempo de Einstein, o que pueden existir universos paralelos al nuestro.
La película que mejor trata las realidades múltiples y las diferentes dimensiones desde un punto de vista científico es ‘Coherence’, la obra maestra de James Ward Byrkit. Estrenada en 2013, en la película se aborda la compleja temática de los multiuniversos de una manera impecable. No es tan complicada como ‘Primer’ (Shane Carruth, 2004), pero sí que requiere de un par de visionados para comprenderla al cien por cien.
El paso de un cometa abre un portal a través del cual se puede acceder a universos paralelos. Durante el tiempo que tarde el cometa en surcar el firmamento el portal inter-espaciotemporal seguirá abierto. Cuando el cometa pase, el portal se cerrará. Un grupo de amigos queda disperso en varias realidades paralelas (Realidad A, B, C, D… X, Y…). Ellos no lo saben, pero les será imposible regresar a la realidad inicial de la que partieron. Una vez han cruzado la calle (en la que se encuentra el portal invisible), ya es probabilísticamente imposible que regresen. Hay infinitas realidades, como infinitos universos paralelos existen.
Lo más interesante de la película, además del suspense de saber en qué realidad se encuentra cada uno en cada momento, es atender a los preceptos científicos que fundamentan la trama. Ya dedicamos un artículo a esta cuestión, pero podemos decir brevemente que la física cuántica ya ha demostrado que las partículas pueden estar en dos lugares diferentes al mismo tiempo. ‘Coherence’ simplemente traslada esta realidad física a escala macroscópica: ¿puede estar una casa en dos lugares al mismo tiempo? ¿puede estar una persona en dos lugares al mismo tiempo? También se basa en el Principio de Incertidumbre, de manera que los protagonistas no conocen la realidad hasta que no la observan. En ‘Coherence’ la realidad es la vivienda, por lo que hasta que no miran por la ventana el interior de la vivienda no pueden saber en qué realidad se encuentran. El simple hecho de observar determina el resultado que van a encontrar.
Es sin duda la mejor película para motivar reflexiones sobre lo complicado que sería gestionar la existencia de realidades múltiples, además de ser un buen ejemplo de cómo un guión de ciencia ficción puede tener una sólida base científica.