La carrera espacial

Cuando el 4 de Octubre de 1957 la Unión Soviética lanzó con éxito el primer satélite, el vicepresidente de Estados Unidos advirtió a todo el pueblo americano: «El segundo en el espacio significa el segundo en todo». Estados Unidos no podía ir por detrás de la URSS en potencia militar, en éxitos deportivos y tampoco en la exploración del espacio. Así comenzó la carrera espacial.

En el contexto de la Guerra Fría, un periodo de constante tensión y competición entre las dos superpotencias (EEUU y la URSS) que dominaban el mundo, la carrera espacial se entiende como un enfrentamiento tecnológico y científico en el que ambos contrincantes perseguían logros. Más importante que conseguir algo era conseguirlo antes que el otro. Esta competición permitió muchos progresos.

Además de, efectivamente, conseguir hazañas tecnológicas y descubrimientos científicos, los logros durante la carrera espacial ayudaron a levantar la moral de la población de cada país y a mejorar el equipamiento militar. Cada vez que la Unión Soviética conseguía hacer algo antes que los estadounidenses, el pueblo soviético sentía crecer su orgullo y ante los ojos del mundo la URSS estaba venciendo a EEUU. Lo mismo ocurría cuando eran los americanos quienes se adelantaban a los soviéticos.


Aunque hay debate sobre quién ganó la carrera espacial, lo cierto es que la Unión Soviética se apuntó varios tantos que pasaron a la historia: primer humano en el espacio, primer satélite en órbita, primera sonda en llegar a la Luna, primer vuelo con varios tripulantes, primera estación espacial… En cambio Estados Unidos consiguió el hito más importante de todos: el primer alunizaje. Conseguir llevar hombres a la Luna (y que regresaran a la Tierra) fue un logro impresionante que hizo sombra a las hazañas de la URSS.

Al contrario que otros eventos de la Guerra Fría, la carrera espacial tuvo un final feliz: la misión Apolo-Soyuz, en 1975. Fue la primera misión conjunta entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y sumando esfuerzos y conocimientos consiguieron algo impresionante: un acoplamiento entre dos naves (se puede ver en el vídeo V3042017, en el minuto 03:25).

Miembros de la misión Apolo-Soyuz