Nos proponemos hacer un repaso a la historia del Baloncesto a nivel internacional. Partiendo desde el año 1970 vamos a analizar la trayectoria de las mejores selecciones que, cada año, quedaron entre los ocho mejores en las principales competiciones internacionales: el Mundial de Baloncesto, el EuroBasket, el FIBA Américas y los Juegos Olímpicos.
Dedicaremos capítulos a determinadas selecciones que, por encima de todas las demás, han tenido épocas de supremacía internacional y han acaparado los focos del Baloncesto.
El reinado de Yugoslavia y la URSS
Hubo una época en la que ‘baloncesto’ era igual a ‘Este’. En Occidente pocos países podían hacer frente a las potencias de la Unión Soviética y Yugoslavia. Apenas Estados Unidos podía disputarles las finales. Durante los años setenta, por ejemplo, el dominio fue total. Todas las competiciones desde 1970 hasta 1982 las ganó o la URSS o Yugoslavia (salvo los Juegos Olímpicos de 1976), y en todos los torneos siempre llegaron a la final una de las dos.
El peor puesto conseguido durante todos estos años por Yugoslavia fue un cuarto puesto en las Olimpiadas de 1972, y el peor puesto que sufrió la URSS fue la medalla de bronce. Fue un dominio total. Únicamente EEUU (y tímidamente España) pudieron contestar el poderío baloncestístico de los dos países del Este durante los 70 y 80. Con la desmembración de la URSS y Yugoslavia, durante los años noventa ambos países pasaron por horas bajas (si bien siguieron estando entre las cinco mejores del mundo, ahora a través de sus países sucesores: Rusia, Serbia, Croacia y Lituania, principalmente).
El camino de Italia
Aunque hoy no lo parezca, y se nos haya olvidado, había un tiempo en el que Italia estaba siempre entre las cinco mejores selecciones del mundo. El baloncesto italiano colocaba casi siempre a un equipo en la final de la Euroliga. Desde 1965 hasta 1987, en 11 ocasiones fue un equipo italiano el campeón de Europa. El Olimpia Milano, el Pallacanestro Varesse, el Virtus Bologna y el Pallacanestro Cantú sumaron en estas tres décadas de 1960, 1970 y 1980 hasta 19 apariciones en las finales de la Euroliga. Sin duda el hito más importante lo consiguió el Pallacanestro Varesse, consiguiendo llegar a la final de la Euroliga durante diez años seguidos, entre 1969 y 1979, y ganándola en cinco ocasiones.
Desde el tercer puesto en el Eurobasket de 1971 hasta el tercer puesto del Eurobasket de 1985, Italia consiguió estar en el TOP 5 de los Juegos Olímpicos de 1972, 1976, 1980 y 1984. En 1980 de hecho llegó a la final, que perdió contra la poderosa Yugoslavia. Los Mundiales de Baloncesto se les dio algo peor, estando entre las cinco mejores selecciones únicamente en 1970 y 1978. Otros méritos de esta época fue el tercer puesto en el Eurobasket de 1975 y, cómo no, la victoria en el Eurobasket de 1983, venciendo a una España que estaba en su primera época dorada.
A partir de 1989, tras conseguir un meritorio cuarto puesto en el Eurobasket, la selección de baloncesto de Italia dejó de aparecer continuamente en el TOP 5 mundial. En el Mundial de 1990 no logró estar entre los ocho primeros, y tampoco en el Mundial de 1994, como tampoco en los Juegos Olímpicos de 1992 y 1996. Durante los años noventa sólo se consiguió destacar en Europa llegando a la final del Eurobasket en 1991 y en 1997, y perdiéndolas ambas ante Serbia.
En 1999 llegó por fin la segunda victoria europea tras la de 1983. Italia ganó el Eurobasket (de nuevo ante España), pero volvió a desaparecer internacionalmente. Desde entonces sólo se recuerda un tercer puesto en el Eurobasket de 2003 y una dolorosa derrota ante la Argentina de la Generación de Oro, en los Juegos Olímpicos de 2004.
En la actualidad, la generación de los NBA Gentile, Bargnani, Belinelli, Datome, Gallinari… etc, no ha podido consagrarse en ningún torneo internacional, si bien es una selección con mucha calidad individual y que debe ser temida por cualquier adversario que trate de eliminarles. Siguen siendo Italia, la selección que durante décadas destacó entre las mejores del mundo.
Nikos Galis y la llegada de los dioses griegos
En 1987 un nuevo contrincante apareció de la nada. Durante los anteriores 40 años nadie había disputado la supremacía a Yugoslavia, a la Unión Soviética o a Estados Unidos. De pronto, de la mano de un tal Nikos Galis (que a la postre se convertiría en uno de los mejores jugadores de la historia), la selección de Grecia se plantó en la final del Eurobasket que se celebraba en Atenas.
Apoyados por su siempre fiel afición, consiguieron derrotar en un agónico partido a la todopoderosa URSS. 103-101 y 40 puntos de Galis. Empezaba así la primera Época Dorada de Grecia.
Desde esa histórica victoria ante el equipo más fuerte del mundo en 1987, Grecia se mantuvo entre las cinco mejores selecciones del mundo durante los Mundiales de 1990, 1994 y 1998. En los Juegos Olímpicos nunca llegó a destacar, sin embargo en Europa siguió siendo una potencia en los Eurobasket de 1989, 1991, 1993, 1995 y 1997.
Después de un cambio de siglo complicado para la selección griega, en 2003 volvió a destacar en el Eurobasket, quedando quinta. En sus Juegos Olímpicos (Atenas 2004) por fin consiguió colarse entre las cinco mejores del mundo, por detrás de Estados Unidos, Argentina, Lituania e Italia. Así llegó el año 2005 y el segundo éxito internacional de Grecia: el Eurobasket que consiguió la generación de Papaloukas, Diamantidis, Zisis, Spanoulis, Bourousis, Papadopoulos… una generación que al año siguiente derrotó a Estados Unidos de LeBron James y quedó subcampeona del Mundial 2006.
Conforme pasan los años, nuevas generaciones de jugadores están reemplazando a esta Generación Dorada, y el futuro sigue siendo prometedor con los jóvenes hermanos Antetokoumpo.
El reinado de las dos potencias continua
Hasta la desaparición de los dos macro-países, que tuvo lugar en los años noventa, Yugoslavia y la URSS apenas tuvieron momentos de flaqueza en el baloncesto internacional. Únicamente en 1983 y 1984 quedaron fuera de los dos primeros puestos. Increíble. El resto de años, en todas las competiciones a la final llegaban la URSS o Yugoslavia. Siempre.
A partir del año 1990, cuando Yugoslavia y la URSS se enfrentaron en la final del Mundial de Baloncesto, comenzó a haber síntomas de que los problemas políticos y sociales iban a afectar, inevitablemente, al deporte. En el año 1992 Rusia quedó cuarta en las Olimpiadas y en el 95 quedó séptima en el EuroBasket. Posiciones no conocidas para la ex-república soviética. Si bien es cierto que la URSS dio lugar también a otro país: Lituania, que sí consiguió mantenerse en lo más alto, como adelante veremos.
En cuanto a Yugoslavia/Serbia, siguió cosechando éxitos a partir de 1995, ganando Mundiales y Eurobaskets, pero los problemas de la escalonada desintegración motivó que a partir de 2002 dejara el escenario internacional (al menos durante unos años). Tras vencer a Argentina en la final del Mundial de 2002, nada más se volvió a saber de esta gran selección.
Hasta que en el Eurobasket de 2009 Serbia regresó y se coló en la final, que perdió contra España. Han pasado ya muchos años desde la última victoria en una competición, pero por lo visto en el Mundial de 2014, parece que Serbia quiere regresar rápido a la cima del baloncesto internacional, donde siempre ha estado.
Lituania, la sucesora de la URSS
Cuando uno piensa en la desaparición de la Unión Soviética y en el potencial baloncestístico que se perdió con ella, acude a la imagen de Rusia como natural heredero. Pero, si bien Rusia ha seguido cosechando algunos éxitos en el baloncesto internacional, atendiendo a la serie histórica de competiciones, uno comprende que quien realmente ha mantenido el listón alto en el ranking de mejores selecciones del mundo tras la caída de la URSS ha sido Lituania.
El pequeño país báltico tiene una genética especial que le permite generar jugadores de enorme calidad año tras año. Desde que apareció en el escenario del baloncesto internacional, en 1991, no ha dejado de estar siempre entre las mejores selecciones del mundo. El que ahora es un equipo respetado y temido por todos, comenzó con fuerza al quedar tercera en los Juegos Olímpicos de 1992. Tras esta impresionante llegada, continuó alcanzando la final del Eurobasket en 1995, volviendo a quedar tercera en los Juegos Olímpicos de 1996 y en los de 2000. Tres Olimpiadas seguidas siendo la tercera mejor selección del mundo. Teniendo en cuenta que era un país recién nacido, podemos entender la magnitud de su potencial baloncestístico.
España, al fin entre las mejores del mundo
Hubo años (muchos, décadas enteras) en los que España no era una potencia baloncestística a nivel mundial. Ni siquiera se acercaba al TOP 5, y apenas aparecía entre el TOP 10. La serie histórica señala que España dio su primer paso en el Olimpo del Baloncesto en el año 1979, cuando apareció como la quinta mejor selección europea. A partir de ese momento sólo escaló puestos.
En las Olimpiadas de 1980 se consiguió un meritorio 4º puesto (teniendo en cuenta que por esos años reinaban indiscutiblemente la Unión Soviética y Yugoslavia, que siempre acaparaban los puestos 1º y 2º). La escalada siguió hasta el Eurobasket de 1983, cuando se consiguió llegar a la final y conseguir la medalla de plata (por encima de la URSS). Pero fue sin duda en las Olimpiadas de 1984 cuando el mundo entero observó la calidad de España, en esa memorable final contra Estados Unidos.
A partir del 4º puesto conseguido en el EuroBasket de 1987, la Selección española dio síntomas de ir perdiendo calidad e importancia en el escenario internacional, y poco a poco fue cayendo en los puestos y dejó de ser regular en las competiciones. Así terminó la primera época dorada del baloncesto español, con dos meritorias platas.
Y entonces llegaron ellos. La generación con la que todos hemos saltado de alegría. Los Navarro, Gasol, Garbajosa, Calderón, Rudy, San Emeterio, Sergio Rodríguez, Ricky Rubio, Marc… de estos nombres todos sabemos todo lo que hay que saber. Y esta segunda época dorada (que aun dura) comenzó a partir del EuroBasket de 1998, cuando una serie de experimentados jugadores llegaron a la final del torneo europeo. Se consiguió una plata que pondría la primera piedra en el muro de la Selección, que ahora es una auténtica Muralla china.
Desde entonces se han conseguido dos bronces, cinco platas y cuatro oros. Once medallas en 17 años. Es decir, en los últimos 17 años, España ha estado entre las tres mejores selecciones del mundo en 11 ocasiones, un 65% de las veces. Impresionante para un país que, tradicionalmente, no había sido una potencia en el baloncesto internacional.
Francia y Croacia, calidad pero pocos éxitos
Si bien hoy en día Francia es una potencia en el baloncesto internacional, hay que recordar que hasta hace unos años el país nunca había tenido presencia mundial en este deporte. Fue a partir de la medalla de plata conseguida en los Juegos Olímpicos del año 2000 cuando Francia empezó a hacerse un hueco: cuarto en el Eurobasket 2003, medalla de bronce en 2005, medalla de plata en 2011 y campeón por fin en 2013.
En Mundiales y Olimpiadas, Francia ha demostrado que aun no es un equipo que pueda pasar a la historia del baloncesto, ya que no ha conseguido apenas ningún éxito. Sin embargo desde hace unos cuatro años, es una de las mejores selecciones de Europa (lleva tres Eurobaskets seguidos estando entre las tres mejores, consiguiendo medalla).
Croacia, por su parte, siempre consigue presentar en las competiciones internacionales un equipo competitivo, joven y con potencial, si bien ya hace mucho que consiguió su última medalla (bronce en el EuroBasket de 1995). En 2015 la generación de los Tomic, Bogdanovic, Hezonja, Saric, Rudez, etc. se presentó liderada por el veterano base Roko Ukic. Sin embargo, ese despliegue de calidad individual no permitió conformar verdadero equipo que estuviera entre las ocho mejores de Europa. Sin duda en próximos eventos conseguirán situarse mucho más alto, donde merecen estar estos deportistas que respiran baloncesto.
EEUU, asiento permanente en el Olimpo
No descubrimos nada si decimos que Estados Unidos es una de las mejores selecciones de baloncesto del mundo y de la historia, por sus incesantes apariciones entre los tres primeros puestos de todos los torneos en los que participa. Al no participar en el FIBA Americas desde el año 2007, su trayectoria es más puntual y menos continua, ya que únicamente aparece cada cuatro años en Mundiales y Juegos Olímpicos.
Durante los años noventa, aprovechando la decadencia de las antiguas potencias (URSS y Yugoslavia), consiguió ganar el Mundial de 1994 y las Olimpiadas de 1992, 1996 y 2000. Toda una gesta. Únicamente en el Mundial de 1998 quedó por detrás de Yugoslavia en esa década gloriosa.
A partir del 2001 no se le dio tan bien la competición internacional, quedando quinto en el Mundial de 2002, tercero en las Olimpiadas de 2004, cuarto en el FIBA Americas de 2005 y tercero en el Mundial de 2006. Sin embargo, a partir del FIBA Americas de 2007, Estados Unidos ha ganado todos los torneos en los que ha participado (Olimpiadas 2008, Mundial 2010, Olimpiadas 2012, Mundial 2014).
La Generación de Oro de Argentina
A finales de los años ’90 apareció una nueva potencia en el baloncesto internacional, de la mano de un genio de este deporte: Emanuel Ginóbili, en mi opinión el mejor jugador de la historia (Estados Unidos a parte). La Generación de Oro de Argentina la componen célebres jugadores como Nocioni, Prigioni, Oberto, Herrmann, Delfino… todos ellos NBA.
En el Mundial de Baloncesto de Estados Unidos, en el año 2002, Argentina derrotó al anfitrión por 87-80, siendo la primera selección que vencía a Estados Unidos siendo éste una plantilla 100% NBA. Tras vencer a EEUU en semifinales, Argentina perdió la final contra la todopoderosa Yugoslavia.
En los Juegos Olímpicos de 2004, Argentina derrotó a Serbia en un memorable final de partido y más tarde volvió a enfrentarse con EEUU en semifinales. Y volvió a ganar a las estrellas de la NBA por 89-81. Finalmente se hizo con la Medalla de Oro ganando a Italia.
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