Que los medios de comunicación controlan la opinión pública no es un secreto. Con las nuevas tecnologías, internet y sobretodo con las redes sociales, el saber popular y la crítica al sistema de los medios de comunicación se ha extendido. Ahora los jóvenes ya no confían en los telediarios ni en los periódicos. Saben que están al servicio del poder y que, más que informar, desinforman. Pero aunque mucha gente haya perdido la confianza y el respeto hacia el arte de informar y hacia el periodismo en general, lo cierto es que la influencia de los medios de comunicación sigue siendo muy importante sobre la sociedad.
Como se ha podido comprobar en el gráfico anterior, todos los medios responden a unos jefes poderosos y a empresarios que muchas veces no tienen nada que ver con el mundo del periodismo. Parece curioso pero FIAT, uno de los principales grupos automovilísticos del mundo, posee el 10% de RCS MediaGroup, la principal empresa editorial italiana, que a su vez posee el 96% de Unidad Editorial, grupo español que tiene, entre otros, el diario El Mundo. De modo que parece lógico que El Mundo no vaya a criticar nunca a la empresa FIAT.
Otro ejemplo lo encontramos con las grandes entidades bancarias, que también tienen intereses en controlar los medios de comunicación. Por ejemplo el grupo PRISA, el más importante grupo de comunicación de España, está controlado en su 20% por el banco Santander y el banco HSBC, dos de los bancos más importantes del mundo. A la hora de informar, los profesionales de los medios de PRISA como el periódico El País o la cadena SER, tendrán que tener en cuenta que buena parte de sus sueldos vienen del banco Santander.
De forma similar ocurre con organizaciones que no son empresariales: la Conferencia Episcopal Española controla el 51% de la cadena de radio COPE. Sería impensable que los periodistas (en principio libres y profesionales) de dicha emisora criticaran o informaran de manera negativa sobre la Iglesia española.
El hecho de tener unos jefes empresarios conlleva inevitablemente a estar vigilados constantemente, y , por consiguiente, a que la información quede controlada y, en muchos casos, sesgada e incluso manipulada.
¿Quiénes controlan los medios de comunicación a nivel mundial?
Seis compañías judías poseen el 96% de los medios de comunicación del mundo. Puede paracer una afirmación antisemita, pero es la realidad.
Pero esta realidad ha de explicarse, ya que en muchas ocasiones el control que se ejerce es indirecto, como por ejemplo en el caso de HBO, uno de los canales por cable y por satélite más importantes de Estados Unidos. HBO no está controlado por ningún empresario judío personalmente, pero ocurre que HBO es una subsidiaria de Time Warner, el conglomerado de medios de comunicación más grande del mundo. Time Warner sí que está controlada por un judío, el empresario Gerald M. Levin.
Antes de hacer el repaso de las grandes compañías controladas por empresarios judíos hay que decir que no es nada negativo ni despectivo el hecho de estar controlado o bajo el control de un judío. No hay nada malo en que empresarios judíos controlen nada. Lo que sí que es destacable es la enorme presencia que los judíos tienen en las grandes empresas. No se puede negar que cuando se es jefe de una empresa de telecomunicaciones, uno va a tener, lo quiera o no, mucho poder. Poder para manipular las noticias, poder para guiar el pensamiento de millones de ciudadanos, poder para influir en la política… etc. En definitiva, es curioso que en el mundo de las comunicaciones, el sector más influyente que existe, la mayoría de medios estén controlados por empresarios judíos, lo cual puede ayudar mucho a Israel en el conflicto que tiene en Oriente Medio…
Comencemos el repaso de grandes compañías controladas por empresarios judíos:
Uno de los conglomerados de medios de comunicación más grandes del Mundo es Walt Disney Company, cuyo presidente y director ejecutivo, Robert Iger, es judío. El Imperio Disney incluye varias compañías de televisión (Walt Disney Television, Touchstone Television, Buena Vista Television), dos compañías de producción de videos y su propia red de cable con más de 15 millones de subscriptores. En cuanto a la producción de películas, el Walt Disney Picture Group, encabezado por Joe Roth (también empresario judío), incluye: Touchstone Pictures, Hollywood Pictures y Caravan Pictures. Disney también posee Miramax Films, dirigido por los hermanos Weinstein, de familia judía.
La subsidiaria de cable de ABC, ESPN, es encabezada por el presidente y CEO Steven Bornstein, judío. Esta corporación también tiene una porción controlando compañías de cable como Lifetime Televisión o Arts & Entertainment Network. Además de ESPN, la American Broadcasting Corporation (ABC) posee diez estaciones FM y once AM en las ciudades más importantes de Estados Unidos. Tiene bajo su control también siete periódicos diarios, además de las empresas de publicación: Fairchild Publications, Chilton Publications y Diversified Publishing Group.
Por otro lado, Viacom Inc., la tercera corporación de medios de comunicación más grande de EEUU, también está encabezada por un empresario judío: Sumner Redstone (nacido Murray Rothstein). Viacom produce y distribuye programas de televisión, posee doce estaciones de radio, produce películas a través de Paramount Pictures (empresa encabezada a su vez por Sherry Lansing, judía). Tiene algunos de los canales más populares: MTV, Showtime, Nickelodeon…
En el caso de Time Warner Inc, otro de las corporaciones más importantes del mundo en comunicación, también nos encontramos con un presidente judío: Gerald Levin. La subsidiaria de Time Warner es la red de cable de televisión más grande de Estados Unidos: la HBO.
Warner Music es la compañía de grabación más grande del mundo, con más de 50 discográficas, la más grande de las cuales es Warner Brothers Records, encabezada por el empresario judío Danny Goldberg. Por otro lado Stuart Hersch, judío, es el presidente de Warnervision, la unidad de producción de video de Warner Music.
Además de la televisión y la música, Time Warner Inc. se ha hecho un hueco importante en la producción de películas, a través de su compañía Warner Brothers Studio. También encontramos influencia directa de la Warner en el mundo de las publicaciones: la división editorial de Time Warner, cuyo editor jefe es Norman Pearlstine, judío, es el editor de revistas más grande de EEUU: Time, Sports Illustrated, People, Fortune…
Otro gigante de las comunicaciones es News Corporation, de Rupert Murdoch (que no es judío) posee Fox Television y 20th Century Fox Films. Aunque Murdoch no es judío, el jefe que encabeza el estudio de películas y la producción de televisión sí lo es: Peter Chermin.
En el caso de la japonesa Sony Corporation, la subsidiaria americana, Sony Corporation of America, es dirigida por Michael Schulhof, un empresario judío. Alan Levine, otro judío, encabeza la división Sony Pictures.
Otras dos grandes compañías de producción, MCA y Universal Pictures, son ambas poseídas por Seagram Company Ltd. El presidente y CEO de Seagram es el gigante de licor, Edgar Bronfman Jr., quién también es presidente del Congreso Judío Mundial.
En resumen: las cinco compañías cinematográficas más grandes del mundo están controladas por empresarios judíos: Disney, Warner Brothers, Sony, Paramount (Viacom), y Universal (Seagram). Los tres grandes de la red de televisión en Estados Unidos, ABC, CBS, y NBC, también están controladas por empresarios judíos.
PARA SABER MÁS Sobre el control que ejercen los empresarios judíos sobre los medios de comunicación, hacer click aquí: consignanacional.blogcindario.com
Hay alternativas
Aunque lo que acabamos de mencionar puede hacernos pensar que no hay solución, y que los medios de comunicación siempre van a estar ligados a los poderes fácticos, lo cierto es que también encontramos medios independientes y periodistas libres, que no están sujetos a las órdenes de sus superiores.
Como se recuerda en el artículo ‘Desinformación’, la verdad deja de ser importante cuando la información pasa a ser un negocio. Este es el problema de los grandes grupos de comunicación, cuyo objetivo no es informar a la gente, sino el beneficio económico. En los medios alternativos (que suelen tener menos tamaño que los grupos de comunicación tradicionales) el dinero no es una prioridad. El espíritu con el que nacen este tipo de medios (que suelen surgir en internet) es el de recuperar la esencia del periodista. El periodista que trabaja para informar al público, no para quedar bien con el poder.
Encontramos multitud de ejemplos de «medios libres» y proyectos independientes en la red. Uno de los que más éxito han tenido es el periódico digital InfoLibre, una propuesta informativa y cívica que aspira a practicar un periodismo profesional, impulsado por un grupo de periodistas que tienen una participación sustancial en el accionariado de la empresa editora, que aspira a sostenerse fundamentalmente con las aportaciones económicas de sus lectores.
Es importante esto último porque, mientras la financiación proceda de lectores y de periodistas, el medio de comunicación se asegura que no va a estar sometido a presiones por parte de ningún «jefe». En cambio, en medios como El País o Le Monde eso no puede ocurrir, ya que su financiación depende de grandes empresas privadas con intereses económicos, políticos, militares, medioambientales… etc.
INTERESANTE: «Financiar medios de comunicación: periódicos franceses y armamento militar»
A raíz de la Crisis Económica de 2008, la política ha ido perdiendo la confianza de la sociedad y, a la vez, lo mismo ha ocurrido con los medios de comunicación. La gente ha dejado de confiar tanto en los políticos como en los periodistas, debido a que estos dos grupos han sido cómplices de los poderes financieros que, precisamente, causaron la crisis económica.
Debido a esta crisis de confianza en los medios de comunicación (periódicos, telediarios…), muchos periodistas profesionales han decidido «escapar» de los tradicionales grandes medios y comenzar aventuras independientes, poniendo en marcha periódicos digitales, blogs de opinión, radio por internet… etc. Estas iniciativas están teniendo éxito en la red. Los usuarios perciben que no es el lucro lo que persiguen estos «nuevos periodistas del S.XXI», sino ejercer su profesión de manera honrada, informando a la gente..