Las que hoy son para el gran público tres abuelitas entrañables son en realidad tres actrices consagradas como gigantes del Séptimo Arte, iconos del Cine e historia viva de la escena británica. Las tres nacieron hace más de 70 años, las tres han ganado el Premio Óscar, las tres son inglesas, y las tres ostentan el título de Dama, una condecoración otorgada por la misma reina Isabel II del Reino Unido.
Las Tres Damas del Cine son Maggie Smith, Helen Mirren y Judi Dench, tres actrices famosas en el mundo entero por sus películas y su trayectoria. En este artículo les queremos hacer un breve homenaje recordando sus carreras.
En 1965 Judi Dench levantó el BAFTA a Mejor Nuevo Actriz. Desde ese momento y hasta 2016 las Tres Damas no han dejado de recibir premios. Medio siglo de éxitos en todas las categorías posibles: cine, televisión y teatro. Como si fuera resultado de un guión pensado a propósito, las tres han llevado carreras paralelas, teniendo todas ellas en su haber películas de culto, grandes superproducciones, obras de teatro, series de televisión, los mismos premios… incluso han compartido escenario y nominaciones en alguna ocasión.
Maggie Smith es la más veterana, y la primera que consiguió un Premio Óscar (en 1969), Helen Mirren es la única que ha ganado por una misma interpretación todos los premios posibles (Óscar, BAFTA, Sindicato de Actores (SAG), Globo de Oro, Venecia… por The Queen, en 2006), y Judi Dench es la que más Premios BAFTA tiene. Todas han ganado un Premio Tony, que reconoce la excelencia en el teatro, y Smith y Mirren poseen además premios Emmy por sus papeles en televisión.
No se podría escoger entre ninguna de las tres, pues cada una lleva a la pantalla o al escenario una fuerza indescriptible, una presencia única, fruto de personalidades forjadas tras décadas de experiencia.
Maggie Smith, la profesora
Cuando la Oxford University Dramatic Society le pidió que hiciera de Viola en Twelfth Night, Maggie era una joven de 17 años. La obra se iba a estrenar en la Oxford Playhouse, un escenario reservado para las grandes estrellas del teatro. Después de este papel, la carrera de Maggie Smith no paró en ningún momento. Rápidamente le llamaron la televisión en 1955, el cine en 1956 y ese mismo año dio el salto del Atlántico para acabar en las luces de Nueva York, estrenando obras en Broadway. Una estrella había nacido.
En 1965 recibió su primera nominación al Premio Óscar por su papel en Othello, película que protagonizó junto con Laurence Olivier. El galardón lo conseguiría pocos años después, en 1969, por The Prime of Miss Jean Brodie, cuando se impuso a Jane Fonda y Liza Minelli (ambas lo ganarían dos y tres años después, respectivamente). A partir de ese momento, siendo una actriz oscarizada, no dejó de trabajar en Hollywood. Tampoco olvidó sus orígenes, y siguió actuando en los escenarios ingleses, consiguiendo un récord de cinco galardones en los Evening Standard Theatre Awards, los premios más antiguos del teatro en el Reino Unido. Fue la mejor actriz de la escena británica en 1962, 1970, 1981, 1984 y 1994.
Dominando completamente en su tierra natal (consiguió BAFTAs en 1969, 1984, 1986, 1988 y 1999), Maggie Smith encontró en Estados Unidos una nueva frontera que conquistar. Sobre los escenarios, recibió nominaciones al Premio Tony por sus obras en Broadway Privates Lives en 1975 y Day and Night en 1979. En la gran pantalla, volvió a acaparar los focos en 1978 por California Suite, película que le reportó su segundo Premio Óscar.
En 1985 su papel en A Room with a View también le valió una nominación al Óscar. En esta película aparecía con otra Dama, Judi Dench. En 1992, una Maggie Smith que rozaba los sesenta años hizo de Madre Superiora en el famoso convento de monjas de Sister Act. Sin duda uno de sus papeles más populares. Irónicamente, conforme avanzaba su edad, aumentó el número de papeles comerciales: en 2001 llegaría la profesora McGonagall, el personaje de su carrera más reconocido mundialmente.
Como entrañable abuela cuidó de Harry Potter de 2001 a 2011. Luego, con 76 años, comenzó a rodar la serie de televisión más exitosa de su trayectoria: Downton Abbey. En la famosa serie británica Smith interpreta a Violet, la protagonista de la trama, una condesa viuda. Por este papel ha ganado el Premio Emmy a Mejor Interpretación Femenina en 2011, 2012 y 2016.
Maggie Smith es uno de los 24 únicos actores y actrices que, en la historia del cine, han conseguido la llamada ‘Triple Corona de la Actuación’. Esto es, han ganado los tres principales premios que un actor puede recibir: el Premio Óscar (cine), el Premio Tony (teatro) y el Premio Emmy (televisión). Algunos de los extraordinarios actores que lo han conseguido han sido Al Pacino, Ingrid Bergman… o Helen Mirren.
Helen Mirren, la belleza
Cuando nació, la Segunda Guerra Mundial estaba llegando a su fin. Helen Mirren decidió pronto que quería ser actriz. Desde su papel en la obra del colegio Hansel y Gretel supo que su vida iba a estar en un escenario. Con 18 años, pasó una audición en el reputado National Youth Theatre, y tras unos años actuando allí, llamó la atención de la Royal Shakespeare Company. Durante los sesenta hizo varias obras de teatro, y también tuvo alguna incursión en el cine.
En 1979, su sensual aparición en la erótica Caligula la catapultó como estrella global. En esa época Mirren recuerda que en algunas entrevistas y castings los productores y directores la veían como «un trozo de carne». En 1994 su reputación cambiaría completamente tras su actuación en The Madness of King George, con la que consiguió nominaciones al Óscar y al BAFTA, y que le valió el Premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes. A partir de ahí, una cincuentona y experimentada Mirren no hizo sino obtener reconocimiento.
En 2001, por sus papeles en Gosford Park, tanto Helen Mirren como su compañera Maggie Smith fueron nominadas al Premio Óscar a Mejor Actriz de Reparto (premio que finalmente se llevaría Jennifer Connelly por su genial papel en Una mente maravillosa). Lo mismo ocurrió ese año en los BAFTA, con Connelly venciendo a las dos Damas.
Y aunque es una Dama (desde 2003 de manera oficial), Helen Mirren nunca escondió su carácter libre y contestatario. Famosa es ya la entrevista que en 1975 le hizo Michael Parkinson en la BBC. En los días de la concienciación contra el acoso sexual sorprendió a muchos las preguntas que Parkinson, célebre presentador inglés, hizo a la entonces treintañera Mirren. Alguien recuperó recientemente dicha entrevista y la polémica volvió a estar sobre la mesa. Michael Parkinson ya ha dicho que no piensa pedir perdón por haber hecho ninguna pregunta, pero para siempre quedará en el recuerdo de todos esa controvertida conversación. La reacción de Helen Mirren es simplemente genial:
Sobre los escenarios, Helen Mirren obtuvo su primer papel importante en 1965, haciendo de Cleopatra en Antony and Cleopatra. Durante los setenta realizó gran cantidad de obras, muchas de ellas con la Royal Shakespeare Company. Debutó en Broadway a los 49 años, con A Month in the Country, obra por la que obtuvo su primera nominación al Premio Tony. El galardón lo obtendría años después, en 2015, por su papel en The Audience. En ese momento se convirtió en una de las pocas actrices de la historia ganadoras de la Triple Corona de la Actuación.
La tercera pata de esa Triple Corona es el Premio Emmy, que celebra los éxitos en televisión. En este medio Helen Mirren tiene su principal obra en la serie Prime Suspect, que entre 1991 y 2007 le reportó hasta tres Emmys por Mejor Actriz Principal en Miniserie o Película. En Prime Suspect Mirren es Jefa de Detectives y resuelve casos policiales en un trabajo donde predomina el género masculino.
En 2006 interpretó a la reina Isabel II en The Queen, película de Stephen Frears con la que Helen Mirren ganó prácticamente todos los premios que un actor puede obtener: Premio Óscar, BAFTA, Globo de Oro, Sindicato de Actores, Satellite, Venecia… y un largo etcétera hasta completar los 30 galardones que recibió por este papel. Ese año, entre las actrices que optaban al Óscar a Mejor Actriz junto con Helen Mirren, había otra Dama: Judi Dench.
Judi Dench, la reina
Judi Dench siempre tuvo un rostro cándido de inocencia que, con el tiempo, se llenó de experiencia y personalidad. Desde la joven que se vestía de princesa en Hamlet hasta la seria jefa de James Bond en la saga OO7, habían pasado décadas de trayectoria y reconocimiento. Su primer gran éxito entre la crítica fue Four in the Morning, por la que ganó el BAFTA a Mejor Promesa en 1966. En 1968 volvió a conseguir el máximo galardón británico por Talking to a Stranger. Ese mismo año, le ofrecieron el papel de Sally Bowles en el famoso musical Cabaret, lo cual sorprendió a Dench, que nunca había trabajado en ese registro. En 1976 estrenó dos comedias, ampliando los géneros que podía dominar.
En los prestigiosos Evening Standard Theatre Awards, que premian el teatro en el Reino Unido, Judi Dench levantó el premio a mejor actriz de los escenarios británicos en 1980, 1982 y 1987. Su amiga Maggie Smith le ganó en las ediciones de 1981 y 1984. Fueron años en los que estas dos Damas dominaron el teatro.
En televisión, aunque protagonizó durante muchos años la famosa serie inglesa As Time Goes By, Judi Dench no tiene ningún reconocimiento. Ha estado nominada tres veces al Premio Emmy, por apariciones en series como Return To Cranford o en películas para televisión como The Last Of The Blonde Bombshells. Por este último trabajo sí que ganó el Globo de Oro a Mejor Actriz en el año 2000.
Dos años antes había levantado el Premio Óscar a Mejor Actriz de Reparto, por su genial papel como Reina Isabel I en Shakespeare in Love, la película triunfadora en los Óscar de 1998. Este premio le llegó en mitad de su época dorada de Hollywood: recibió nominaciones al Óscar cuatro veces en cinco años (1997, 1998, 2000, 2001). Aunque en términos generales la Academia americana no ha sido muy justa con Dench (cinco nominaciones a Mejor Actriz y ninguna estatuilla), sí es verdad que cuando le otorgaron el Óscar a Actriz de Reparto fue por un papel realmente secundario: tan sólo aparecía 8 minutos en la película. Haciendo referencia a esta curiosidad, la Dama (así es como la presentó Robin Williams al abrir el sobre) se sinceró diciendo sobre Óscar: «Siento que por 8 minutos en la pantalla, debería recibir solo un trocito de él…»
Tras pasar los años cincuenta, sesenta y setenta sobre los escenarios y protagonizando películas de culto, en 1981 estrenó su primera serie de televisión de éxito: A fine romance. Ganó más Premios BAFTA en 1982, 1985 y 1986, este último junto a su amiga Maggie Smith, por Una habitación con vistas. En 1988 ganó de nuevo un BAFTA, y ese mismo año la Reina Isabel II le nombró Dama.

El salto a la fama mundial lo dio en 1995, cuando aceptó interpretar a M, el mando superior de James Bond. En la famosa saga, nunca antes M había sido una mujer. Judi Dench se hizo completamente con el personaje, dándole un poder y una presencia que solo ella podía ofrecer. Después de su Óscar en 1998, Dench vivió años de continuas nominaciones: Chocolat en 2000, Iris en 2001… por estas películas fue nominada al Óscar, BAFTA, Globo de Oro, Premio Sindicato de Actores, Premio Satellite… y si bien finalmente no levantó ningún galardón, demostró que era una de las mejores actrices de la época. En 1999 consiguió el Premio Tony por Amy’s View. ¡Ya solo le faltaba el Emmy! Fue nominada por primera vez al Emmy a Mejor Actriz en 2016.
En 2017 interpretó a la Reina Victoria en Victoria y Abdul, una película que recibió críticas encontradas pero que reportó a Dench su duodécima nominación al Globo de Oro. No era la primera vez que se metía en la piel de la Reina Victoria: ya lo había hecho veinte años antes, en 1997, en Mrs. Brown, por la que recibió su primera nominación al Óscar y ganó el BAFTA y el Globo de Oro. Judi Dench tiene más Premios BAFTA que las otras dos Damas juntas: un total de 10.
Sin embargo, nadie debería caer en la tentación de tratar de escoger cuál de estas tres grandes actrices es mejor. Las tres nos regalan actuaciones geniales en cada interpretación, y sus trayectorias de más de medio siglo demuestran que han mantenido un nivel de excelencia que muy pocos han podido conseguir. Da igual la edad: con 19, 23, 35, 46, 50, 60, 70, 80 años… en cualquier etapa de sus vidas estas tres gigantes de la actuación han dominado la escena. En el cine, en la televisión y en el teatro. Han ganado todos los premios posibles. ¿Se puede pedir algo más a una actriz? Son las Tres Damas del Cine. Y ya tienen su nombre escrito en la historia.