un artículo de Albert Kim
Tan solo con 2 horas de vuelo desde el Aeropuerto Internacional de Incheon (Corea del Sur), se llega a Yanji, una ciudad localizada en el Noreste de China, muy cerca de las fronteras entre Rusia y Corea del Norte. Nada más bajar del avión, una comodidad llena a cualquier coreano-hablante, pues viendo que la mayoría de carteles están escritos en coreano dan a uno familiaridad y tranquilidad en un país extranjero.
Saliendo del aeropuerto dirección al centro de la ciudad es cuando uno se da cuenta de la convivencia étnica que hay en ese lugar. Todos los carteles de la ciudad escritos en ambos idiomas (coreano y chino), el anuncio de las paradas de autobús primero en chino y después en coreano, y gente hablando un idioma mientras que otros el otro.
Yanji (pronunciación coreana: Yeonguil) es la capital de la ‘Prefectura Coreana de Yanbian’ (chino: 延边朝鲜族自治州 coreano: 연변조선족자치주). Una región de China que por sus vínculos históricos con la etnia coreana consiguió su reconocimiento como autonomía por parte del gobierno chino.

Retrocediendo al siglo XVIII, fue entonces cuando empezaron los primeros asentamientos de coreanos en la región. Un cúmulo de sucesos en Joseon (actual Corea), como sequías, inundaciones, la persecución católica (1801), el cólera (1859), la abolición de la esclavitud (1886) y también descontentos con las políticas del gobierno de Joseon dando lugar a revueltas, una de ellas la conocida como la Revolución Campesina Donghak, hizo que durante los siglos XVIII y XIX hubiesen grandes flujos de emigración a regiones fronterizas de China y Rusia.
En los años 1900, Joseon (Corea) siguió con continuas inestabilidades que no ayudaron a disminuir la emigración. La toma de control del gobierno por parte del Imperio Japonés (1910-1945) hizo que muchos coreanos siguiesen emigrando a regiones como Yanbian.
Tristemente, toda esta población que emigró por las turbulencias en la península coreana, se encontró en medio de otros conflictos internacionales como la I y II Guerra Mundial en la que esa región se convirtió en el campo de batalla entre rusos, chinos y japoneses; la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905) por el control del Este de Asia y finalmente la conquista de toda la provincia China de Jilin, incluyendo la prefectura de Yanbian, por el Imperio Japonés (1931). Región que pasó a denominarse Manchukuo (Manchuria).

Desde ahí, al igual que de otras regiones fuera de Corea, muchos coreanos empezaron a crear los Movimientos de Liberación de Corea. En Manchuria, combinaron fuerzas con el Comité Provincial de Manchuria (MPC siglas en inglés) para luchar contra los japoneses. Sin embargo, los compatriotas chinos acusaron a los coreanos de ser espías de los japoneses y más de 1,000 coreanos fueron ejecutados. La guerra de Corea (1950-1953) continuó con la emigración, llevando a un total de alrededor de 2 millones de coreanos en la región (aproximadamente más del 70% de la población de Yanbian), a finales de la guerra.
La República Popular de China (RPC, 1949-) empieza a reconocer sus minorías étnicas, con un total de 55 más la etnia mayoritaria Han 56, a partir de políticas a favor de la preservación de las culturas y lenguas tradicionales en el sistema educativo. No obstante, su principal objetivo fue siempre usar el poder de la educación a nivel nacional como forma de dar apoyo al nacionalismo chino para el desarrollo de la conocida Zhonghua minzu (chino: 中华民族) o ‘La gran nación China’.
Más adelante ya en los años 1980, la RPC hace un cambio de políticas hacia Zhonghua minzu duoyan yiti (中华民族多元一体格局) o ‘La nación China con diversidad’, donde se crean políticas para la protección de las minorías en el país, asumiendo que la convergencia de las dos identidades no se contradicen sino que coexisten y ayudan al desarrollo de la nación.
Los joseonjok (en coreano) o chaoxianzu (en chino), tal y como se denomina la minoría étnica coreana de China, siguió siendo la etnia predominante en la región hasta los años 1990. A partir de esa época empieza a disminuir al mismo tiempo que aumenta la población de etnia Han.

En 1990 el total de escuelas de educación primaria y secundaria joseonjok era de 1,261. En 2010 el número disminuyó a 58. El principal motivo fue el crecimiento económico y desarrollo de China, que hizo que la tercera y cuarta generación de joseonjok, cada vez más identificados con China que con Corea, se inscribieran a escuelas de educación china.
Otro de los motivos fue la recuperación de las relaciones entre China y Corea del Sur, y de este segundo, con la necesidad de atraer mano de obra al país, a partir de los años 2000 empezó a facilitar visados para extranjeros de etnia coreana, favoreciendo principalmente a los joseonjok y Goryoin (etnia coreana de Asia Central principalmente Uzbekistán).
En Corea del Sur actualmente viven aproximadamente 500 mil joseonjok, mientras que en la región de Yanbian la etnia predominante ha pasado a ser la etnia Han con un 60% y la etnia coreana ha disminuido al 37%, con un mínimo porcentaje formado por otras etnias como la Manchu.

A diferencia de las generaciones mayores con cierto arraigo y cercanía tanto con Corea del Sur como del Norte, las generaciones jóvenes han sabido crear su identidad considerándose únicamente chinos por su nacionalidad, pero reconociéndose ser coreanos de etnia. La estabilidad política de China en los recientes años, su desarrollo y posicionamiento a nivel mundial ha atraído a estas nuevas generaciones a querer formar parte de este país. Por otro lado, a diferencia de los mayores, el hecho que muchos jóvenes joseonjok se sientan más cómodos hablando en chino que en coreano, influencia en su identidad.

Otras causas, son las distancias que sienten con ambas coreas. Con sus compatriotas de Corea del Norte por la imagen que hay hacia el exterior del país y con sus compatriotas de Corea del Sur por el trato que reciben los joseonjok, vistos con inferioridad y cierta discriminación.
Aun así, su cultura, gastronomía y tradiciones coreanas hace que se diferencien de las otras etnias chinas. Además, la conocida ‘ola coreana’, que atrae a la gran mayoría de jóvenes de toda Asia, también ha ayudado a mantener su orgullo como joseonjok.
A 4 horas en autobús de la capital Yanji se encuentra uno de los paisajes más extraordinarios que se pueden contemplar en la región. La montaña Paekdusan (en coreano) o Changbaishan (en chino). Un volcán con un lago en su cono a 2,700 metros hace que se trate de toda una maravilla de la naturaleza.

Durante la historia ésta ha sido la montaña sagrada del pueblo coreano, y también de los pueblos jurchen (Manchuria). Según la mitología coreana, Paekdusan dio a nacer al fundador Dangun del primero reino coreano Gojoseon (2333aC – 108aC). En Fengshui se considera la fuente de energía principal de Corea que fluye de norte a sur.
Situada justo en la frontera entre China y Corea, ha sido lugar de disputa por el reconocimiento total de la montaña desde el siglo XVIII. Pero en 1962 Corea del Norte, como amistad a China reconoció la mitad de la montaña como territorio chino. Esto creó un gran descontento en Corea del Sur, que no aprobó esta división fronteriza. Ya que Corea del Sur no reconoce a Corea del Norte como país, tiene el derecho a que Paekdusan sea de su territorio, pero en la realidad el Sur no puede ejercer ningún control físico sobre la región. Es así que cualquier surcoreano que quiera visitar la montaña sagrada de su país, solo puede hacerlo viajando a China.
Actualmente la población de etnia coreana a nivel mundial es de un total de 83 millones, donde predominan en: 50.4 millones en Corea del Sur, 25.3 millones en Corea del Norte, 2.5 millones en China, 2.1 millones en Estados Unidos, 900 mil en Japón, 176 mil en Rusia y 176 mil en Uzbekistán.
En varios países podemos encontrar las conocidas Korea Town, como en Estados Unidos y Japón, aldeas coreanas en Uzbekistán, pero Yanbian es la única región coreana fuera de las dos coreas.
Una región donde conviven dos etnias, haciendo de ella una región multicultural y multilingüe, con grandes parecidos con Corea pero a la vez también con China. Una región mestiza que sirve de puente y puede influir en las relaciones entre las dos coreas y China. Un pueblo que ha sabido crear su nueva identidad, mantener firmes sus raíces y florecer en su tierra fértil de acogida.
un artículo de Albert Kim