El comercio marítimo traía riquezas a Europa desde Asia, miles de caravanas de camellos, barcos mercantes, comerciantes que cruzaban fronteras… todos cargados de cajas, barriles y paquetes que se repartirían por los mercados y ferias de ciudades como París, Marsella, Berlín, Londres, Toledo, Salamanca… El comercio traía vida a Europa. Pero en el año 1348 también trajo una peligrosa enfermedad que causaría millones de muertes.
El contagio de esta nueva enfermedad seguía las rutas comerciales, y no alcanzó las regiones más aisladas. Irónicamente, quedar marginado de la actividad económica fue positivo. Nadie sabía qué sucedía, pero en la piel de miles de personas comenzaron a aparecer tumores de color negro, especialmente bajo los brazos. Los enfermos que no recibían cuidados morían en dos días. La rapidez de la letalidad dejó en shock a la población europea.
En muchas ciudades se organizaron matanzas de mendigos y judíos, que eran acusados de envenenar los pozos. Las calles se llenaron de penitentes que se flagelaban azotándose el cuerpo para pedir perdón a Dios. Los ataúdes se amontonaban y las fosas llenas de cadáveres destrozaban las esperanzas de la gente. Muchos huyeron de las ciudades, otros decidieron quedarse a bailar con la muerte.
Inicialmente se culpó a las ratas, pero en realidad la enfermedad la transportaban las pulgas, que también afectaron a los camellos, muy utilizados en el comercio. En un momento en el que la ciencia no estaba muy avanzada, surgieron muchas teorías para explicar de dónde procedía esta infección llamada Peste Negra:
- La peste se había producido debido al aire contaminado, a causa de la descomposición de la basura, especialmente de la materia orgánica.
- La peste se había producido debido a los eclipses solares y lunares, y por la alineación de planetas, que influían en la Tierra.
- La peste se había producido debido a los gases tóxicos que salían del suelo cuando había terremotos.
- La peste se había producido debido a un castigo de Dios, por los pecados cometidos por los seres humanos.
- La peste se había producido por el paso de un cometa, que había envenenado el aire de la Tierra.
Prácticamente todos los médicos estaban convencidos de que la peste se propagaba por el aire, y para purificarlo en muchas ciudades se hicieron enormes hogueras para quemar incienso y manzanilla. Los doctores que se acercaban a los enfermos lo hacían llevando unas curiosas máscaras en forma de pico de pájaro, que se rellenaban con sustancias aromáticas.
Algunos de los remedios que los médicos proponían para curar la peste ahora nos pueden parecer ridículos, pero en aquellos años fueron tomados muy en serio: colocar gotas de vinagre sobre la piel, limpiar los tumores negros con polvo de insectos, tomar jarabes hechos con hierbas aromáticas, hacer pomadas con plantas, utilizar polvo de piedras preciosas… Desesperados por curarse, los miles de enfermos hacían caso a cualquier médico, curandero o charlatán que les prometiera la sanación.
El tema en un cuadro: El triunfo de la Muerte
Aunque Piete Brueghel pintó su terrorífica obra maestra en 1562, doscientos años después de la horrible pandemia de peste, sin duda en sus escenas se ve el temor a la muerte. También se observa algo muy claro: la muerte afecta tanto a ricos como pobres. Nadie escapa. Aquí tienes el cuadro completo: El triunfo de la Muerte (Museo del Prado). Fíjate bien en los macabros detalles.
La Peste Negra mató a millones de personas entre apenas cinco años. En la segunda mitad del siglo XIV volvieron a aparecer, cada diez años, nuevos brotes en algunas ciudades. Entonces se recurría a la cuarentena y al confinamiento como estrategias para luchar contra los contagios. Cada vez que reaparecía la enfermedad, se encerraba a los enfermos en sus casas, y a veces se les aislaba en cabañas situadas fuera de las murallas de la ciudad.
FichaVAPesteNegra